Con el alza en tasas de interés, las entidades también están enfrentando una deuda más costosa, lo que presionará el gasto público en áreas clave del desarrollo, como la inversión en obras públicas.
De acuerdo con datos publicados por la Secretaría de Hacienda, mientras el total de las deudas y obligaciones de las entidades registró una reducción real anual de 7 por ciento al cierre de 2022, el servicio de la deuda se incrementó en 24 por ciento.
El encarecimiento de las tasas de interés es el resultado del alza generalizada en el mundo. En México, la tasa de interés de referencia del Banco Central al cierre de 2021 se ubicó en 5.5 por ciento y cerró el año siguiente en 10.50 por ciento. Actualmente está en 11.25 por ciento.
José Luis Clavellina, director de Investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), aclaró que el nivel de impacto será distinto para cada Entidad, porque depende de qué porcentaje de la deuda tengan a tasa fija y qué porcentaje a tasa variable, así como los plazos y montos de sus créditos.
Sin embargo, resaltó que un mayor costo financiero implicará que los estados deban destinar más recursos propios o del gasto que les otorga el Gobierno federal a cubrir esa obligación, lo cual podría implicar una reasignación de recursos.
Ante ese panorama, Ricardo Gallegos, director ejecutivo senior de finanzas públicas de HR Ratings, consideró que el financiamiento será el último recurso que las entidades busquen para realizar inversión pública para el desarrollo de obra pública.
La inversión pública tendría que venir del Gobierno federal.
No obstante, Clavellina explicó que una posibilidad es que frente a las altas tasas de interés, los estados aplacen la contratación de nueva deuda.
Por lo tanto, aquellas que dependan de mayor deuda para el desarrollo de obras, enfrentarán un alto costo.
Al cuarto trimestre de 2022, la tasa de interés promedio fue de 10.7 por ciento, la más elevada desde que inició el registro de Disciplina financiera en entidades federativas.
Los estados que tienen deuda actualmente, incluyendo la deuda de municipios, seis de ellos -Querétaro, Durango, Zacatecas, Sonora, Coahuila y Quintana Roo-, tuvieron tasas en un rango entre 11.6 por ciento y 12.2 por ciento, el nivel más elevado, según el Centro de Estudios de Finanzas Públicas (CEFP).
Tlaxcala es la única entidad de México que no tiene deuda actualmente.
Querétaro, cuya deuda corresponde sólo a municipios, lidera con una tasa de 12.3 por ciento.
Le sigue Durango, con una tasa de 12.2 por ciento, y de Zacatecas, que reportó una de 11.7 por ciento.
De acuerdo con Gallegos, este incremento de la tasa de interés no pone en riesgo las calificaciones crediticias de los estados.