El gobierno de Perú inicia una réplica agresiva contra Andrés Manuel López Obrador: contrató una agencia de lobby en Washington DC con el objetivo de contrarrestar las críticas contra la presidente Dina Boluarte y, en paralelo, golpear la imagen del presidente mexicano en el Capitolio.
La empresa en cuestión, según reveló el diario El Comercio es Patriot Strategies. Según pudo conocer LPO, el hombre clave para el affaire peruano es el jefe de la operación en Miami, Alec Rosen, que habla español y que durante años fue un ejecutivo clave de Microsoft en América Latina.
Patriot tiene como uno de sus clientes recurrentes a JP Morgan, cuyo titular Jamie Dimon se ha vuelto sumamente cercano a la Casa Blanca de Joe Biden, fundamentalmente desde los colapsos bancarios en California. La empresa tambien asesora al Departamento de Energía a cargo de Jennifer Granholm.
Esta agencia entablará una campaña hostil contra el Gobierno mexicano en la capital de Estados Unidos haciendo especial hincapie en que López Obrador es un mandatario autoritario, rodeado de militares, asociado al crimen organizdo y que no cree en la democracia. El mensaje es claro: instalar que López Obrador es el menos indicado para opinar sobre la calidad institucional de otros países.
Este mensaje encuentra eco en la escena actual porque esta misma lógica cultivan congresistas y senadores republicanos que en las última semanas han criticado al gobierno mexicano.
La situación peruana es compleja para el discurso de la 4T porque AMLO atribuye un rol central en la caída de Pedro Castillo a la embajadora de EU en Lima, Lisa Kenna, ex agente de inteligencia y designada allí por Donald Trump. Una funcionaria que los demócratas no solo no removieron sino que parecen haber empoderado.