Delfina Gómez sigue a la cabeza de la carrera para la gubernatura del Estado de México según todas las encuestas a considerable distancia de su rival, la priista Alejandra del Moral. La candidata de Morena se mantiene consistentemente por encima del 53% sobre voto efectivo (eliminando indecisos del cálculo) en la última versión promedio de encuestas de EL PAÍS, mientras que la aspirante del PRI y heredera política del gobernador saliente, Alfredo del Mazo, se mantiene por debajo del 42%, pese al ligero aunque incierto repunte de los últimos días. La tendencia más visible no es necesariamente este repunte, sino una cierta pérdida de nivel de la líder de la carrera, Gómez, que podría deberse a la sobreexposición mediática de la aliada del presidente Andrés Manuel López Obrador, inevitable para una candidata que lidera la elección de manera tan nítida y en una circunstancia de polarización en la que la cercanía con el mandatario federal es un arma de dos filos, que lo mismo puede dar impulso a aspiraciones políticas que menoscabarlas ante el electorado.
La jornada electoral será el próximo domingo 4 de junio y las aspirantes han metido el acelerador en sus cierres de campaña en las diversas regiones del Edomex antes de que inicie el periodo de reflexión o veda, días en los que no podrán hacer actos proselitistas, llamar al voto o atacar a su contrincante. Del Moral, candidata del oficialismo estatal, postulada por una alianza del PRI, el PAN, el PRD y el partido local Nueva Alianza, tiene la difícil misión de retener para su partido el Estado más poblado del país y bastión simbólico del priismo. Gómez, exfuncionaria del Gobierno obradorista, abanderada de la alianza de Morena con el Partido Verde y el Partido del Trabajo, intenta por segunda ocasión ganar la gubernatura del Edomex, después de un intento fallido en 2017, cuando perdió ante el actual mandatario estatal, el priista Del Mazo. Las encuestas de preferencias electorales demuestran que en esta ocasión Gómez, una maestra de escuela pública, podría conquistar para el movimiento de López Obrador otra plaza y sumarla a los Estados que ya gobiernan Morena y sus aliados políticos (poco más de dos terceras partes del país).
La dinámica de la carrera en el Estado de México se aprecia especialmente bien cuando nos fijamos en cómo ha evolucionado la ventaja de Gómez, medida como la diferencia porcentual entre ella y Del Moral en el promedio de voto efectivo de las encuestas, sin contar a los indecisos. A principios de campaña, la ventaja de Gómez sobre su rival era notable, superando a Del Moral en más de 20 puntos porcentuales. Bajó durante enero y luego picó en punta nuevamente hacia mediados de febrero, cuando rozó de nuevo los 20 puntos. Sin embargo, en las últimas semanas esa ventaja ha disminuido ligeramente. Aunque Gómez todavía mantiene una cómoda diferencia de 13 puntos, este estrechamiento en las cifras podría sugerir que algunos votantes están reconsiderando su apoyo.
El relativo cierre de la brecha parece deberse en menor medida a ganancias de la candidata del PRI, aunque vale la pena mencionar que en las últimas dos semanas se han vuelto algo más frecuentes las encuestas que la colocan en los entornos del 46-47%. Cabe remarcar que estas son cifras de voto efectivo. Normalmente, la intención de voto medida en las encuestas incluye a todos los participantes, incluyendo aquellos que aún no han tomado una decisión. En contraste, el cálculo del voto efectivo se realiza eliminando a los indecisos del total. Es decir: solo se cuentan los votos de aquellos que han expresado una preferencia por un candidato. Hacer este cálculo permite tener una imagen más precisa de cómo se repartirían los votos si las elecciones fueran hoy y todos los decididos fueran a votar, lo cual es potencialmente más relevante para entender la competencia real entre los candidatos. Para estimarlo, se toma el porcentaje de votos que cada candidato tiene entre los decididos y se recalcula el total excluyendo a los indecisos. Esto se logra dividiendo el porcentaje de intención de voto de cada candidato entre el porcentaje total de votantes decididos.
Así llega Gómez en ocasiones a rozar el 60%, y en otras Del Moral se acerca al 50%. Pero nunca se cierra la brecha, en ninguna encuesta, a menos de cinco puntos a favor de la candidata de la izquierda. Esto es lo más cerca que, eliminando a los indecisos de la ecuación, ha logrado llegar Alejandra del Moral. En consecuencia, para producir el vuelco, la inmensa mayoría de estos indecisos deberían colocarse de su lado en lugar del contrario o de quedarse en casa el día de la elección (lo que suele ser estadísticamente más frecuente).
Cabe apuntar, eso sí, que el volumen de indecisos varía enormemente entre los ejercicios demoscópicos: solo en lo que llevamos de mayo hemos visto algunos con literalmente cero indecisos reportados, y otros en los que más de uno de cada cinco declaran no saber o no quieren responder a quién votarán. Ante la variación de metodologías tanto de campo como en el reporte que esto presupone entre las casas encuestadoras, la única manera de hacerlas relativamente comparables es centrándonos en el voto declarado, esto es, el efectivo. Pero en esta variación hay una medida de incertidumbre y cautela: aunque el escenario central es con poca duda una victoria de Gómez el próximo 4 de junio, queda poco tiempo para que los mexiquenses acudan a las urnas, y quizás más margen para la sorpresa de lo que sugiere la aparente ventaja de Gómez.
Del Moral, exsecretaria de Desarrollo Social del Estado, exdiputada federal y exdirigente del PRI, es consciente de la desventaja que ha tenido respecto de la candidata de Morena, pero en las últimas semanas ha dicho que ya la ha alcanzado y la ha rebasado en las encuestas, algo que, según los datos observados, se advierte falso. La abanderada del PRI incluso dijo en el segundo debate de candidaturas que Gómez usaba encuestas manipuladas para simular que va primera en la contienda. “Ya te alcancé. Te voy a ganar. Ya perdiste una vez y vas a volver a perder”, le dijo Del Moral en referencia a 2017. “Caballo que alcanza, gana”, añadió sentenciosa. Gómez, que ha sido alcaldesa de Texcoco (Edomex), secretaria de Educación de López Obrador y senadora de la República, criticó a la priista por mentir sobre su supuesta ventaja en la contienda. “Cuando la ambición es más grande que la dignidad se recurre a la guerra sucia y las mentiras. Debe ser frustrante ver cómo pasan las horas, los días y los meses y no lograste avanzar un solo punto en las preferencias. El tiempo se te acabó, los apoyos se te acabaron, te vas quedando sola”, dijo la candidata de Morena.
La batalla electoral del Edomex es decisiva para los dos bloques políticos en disputa de cara a lo que vendrá en 2024, en la elección en que se elegirá un nuevo presidente de la República y se renovarán las dos Cámaras del Congreso federal. En este Estado se pondrá a prueba qué tanto la alianza opositora Va por México —formada por el PAN, PRI y PRD— puede contrarrestar el avance de la locomotora oficialista, la coalición Juntos Hacemos Historia, con Morena a la cabeza liderando al Partido Verde y el Partido del Trabajo. El escenario no es sencillo para los opositores, cuyos líderes han forjado una complicada alianza entre partidos de todas las inclinaciones políticas, de la izquierda a la derecha, del PRD al PAN, pasando por el PRI, el partido más longevo de México (está por cumplir un siglo de existencia) y el más acusado de escándalos de corrupción. Los líderes de esa oposición sabrán el 4 de junio si los acuerdos que ellos suscribieron en las mesas de negociación cupulares permearon a sus militancias. Se antoja difícil. Apenas este domingo, en un cierre de campaña de Del Moral en Toluca, la capital del Edomex, militantes del PRI y el PRD armaron una gresca en la que se arrojaron sillas. Los voceros de la candidata acusaron a Morena de enviarles “reventadores” para “simular un pleito entre partidos” (pleito que, de paso, negaron que existiera).
Es la segunda vez que Del Moral, de 39 años, y Gómez, de 60, se enfrentan electoralmente. En 2018 ambas fueron candidatas al Senado, la primera por el PRI y la segunda por Morena. Gómez arrolló a Del Moral entonces. La morenista recordó esa contienda en el último debate en el que se vieron las caras. “Te recuerdo que ya te gané una vez, por casi el doble de votos, y esta vez no será la excepción”, dijo Gómez. El Edomex, del que el expresidente Enrique Peña Nieto fue gobernador, es ambicionado por los partidos por la potencia electoral que representa. El 13% del padrón de votantes se sitúa en ese Estado. En una elección federal esos votos pueden hacer toda la diferencia. Para los dos bloques políticos en disputa no será lo mismo llegar a 2024 con un Edomex gobernado por el PRI que uno gobernado por Morena. La ruta a Palacio Nacional pasa por el Estado de México.