En el Reclusorio Norte conviven políticos, abogados y empresarios –algunos antagónicos– conocidos en sus ámbitos y cuyos casos han sido mediáticos. El exgobernador Javier Duarte, el abogado Juan Collado, el empresario Alonso Ancira, el exdirector de Pemex Emilio Lozoya, el exsenador Jorge Luis Lavalle y el litigante Jesús Hernández Alcocer tienen sus historias dentro de este penal construido en 1974 en la Ciudad de México.
De los personajes mencionados, el exgobernador de Veracruz Javier Duarte es quien lleva más tiempo en el Reclusorio. Tras ser extraditado de Guatemala, en julio de 2017, fue trasladado a este penal.
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Los primeros meses de Duarte en el reclusorio fueron sombríos: cayó en depresión, por lo que tuvo que medicarse y estar bajo observación médica; pasaba la mayor parte aislado, bajó de peso y escribía cartas de despedida. Con el tiempo, el político priista comenzó a mejorar y, aunque sigue tomando antidepresivos, hoy es descrito como “el rey” del penal: todos lo conocen, organiza fiestas, juega con los otros internos, les da asesoría y cada día tacha con un plumón rojo los días que transcurren.
Juan Collado, relacionado con el priismo y con caciques sindicales como Carlos Romero Deschamps, fue detenido el 10 de julio de 2019. Enfrenta cargos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Collado tiene problemas de salud: padece hipertensión y diabetes, por lo que toma medicamentos. También cayó en depresión. Su esposa Yadhira Carrillo lo visita frecuentemente en el reclusorio, lo mismo que sus abogados y algunos amigos. No vive tan mal: tiene acceso a comida de restaurantes, medicamentos, telefonía y televisión. Todos los mencionados en este texto lo tienen, según varios visitantes al penal.
Alonso Ancira fue ingresado al Reclusorio Norte el 4 de febrero de 2021, tras su extradición de España. Un juez le dictó prisión preventiva. El dueño de Altos Hornos de México, enfrentó cargos por el delito de lavado de dinero.
Ancira llegó a un acuerdo para resarcir el daño, por lo que a cambio de su libertad ofreció resarcir 216.6 millones de dólares que serían entregados en tres pagos. Tras la negociación, dejó la prisión el 19 de abril del 2021. El empresario cuenta que una vez que se fue la luz en el penal pidió que lo dejaran salir a repararla, cosa que sucedió. Regresó a su celda entre bullas.
Emilio Lozoya es de los personajes más polémicos por el trato privilegiado que recibió tras llegar extraditado de España el 17 julio de 2020. El expresidente de Pemex está acusado de lavado de dinero y sobornos por el caso Odebrecht. Estuvo en libertad condicional cerca de 15 meses, hasta que fue sorprendido cenando en el restaurante Hunan, de las Lomas de Chapultepec. 26 días después fue puesto en prisión preventiva tras acudir a una audiencia en el Reclusorio Norte.
Tampoco la pasa tan mal en prisión: celda para él solo, acceso a comida de restaurantes, vapeadores y vinos, ropa que no es para los internos y telecomunicaciones.
No lo dejan verse con el exsenador Jorge Luis Lavalle, a quien acusó de recibir sobornos y quien también está en prisión preventiva en el Reclusorio Norte, luchando con depresión, ansiedad y con la falta de voluntad política para que salga de la cárcel.
Y el más reciente inquilino del Reclusorio Norte, Jesús Hernández Alcocer, un supuesto abogado acusado de asesinar de tres balazos a su esposa Yrma Lydya en el restaurante Suntory de la Ciudad de México.
Un visitante reciente al Reclusorio comentó que lo vio con otra mujer joven, a quien recibió como visita conyugal.