La inauguración de la primera fase de la refinería Olmeca deja apuntes en el terreno político y que dan cuenta de movimientos internos en el staff gobernante. Entre diferentes asistentes hubo consenso en que la inauguración organizada por el particular presidencial, Alberto Esquer, estuvo inclinada mayoritariamente en favor del secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández.
Bajo esta lógica se advirtió, por ejemplo, que Esquer fue el encargado de que en el camino del convoy oficial hacia la refinería estén presentes, y se registren por los medios, las banderas de corte proselitista en favor del secretario de Gobernacion ubicadas en los puentes sobre la carretera.
En segúndo lugar, la decisión, contraria a lo previsto inicialmente, de que fuera un acto pequeño, sin militancia y con asistencia controlada. Ocurre que Esquer habría temido algún tipo de manifestación adversa contra Adán Augusto en su propio Estado lo cual no era favorable.
Al momento de la comida el grueso del gabinete terminó en dos restaurantes en Paraíso pero Adán Augusto se quedo, junto a Rocío Nahle, en la comida presidencial mínima en la refinería.
Otro elemento, detectado desde antes de la inauguración, donde también interviene Esquer, es en una mayor apertura del titular de Bucareli con la prensa. Este viernes Adán Augusto atendió a los medios en Dos Bocas en un giro cuántico si se considera que hace dos meses se debió escapar de los reporteros que lo interpelaban en CDMX y que lo obligaron a correr hacia el metro capitalino.
El prólogo de esta apertura ya se vivió en la semana cuando Adán Augusto ofreció una entrevista en un terreno que para él es hostil como es el matutino La Jornada, donde su directora y comadre presidencial tiene sus preferencias con Claudia Sheinbaum.