El titular del CNI, el general retirado Audomaro Martínez Zapata ha rechazado en las últimas horas tener cualquier tipo de relación con el abogado Jesús Hernández Alcocer, arrestado por ejecutar a su cónyugue en el restaurante Suntory, en la colonia Del Valle de CDMX.
En el transcurso de la semana se ha instalado que Hernández Alcocer podría quedar recluido en su casa e incluso recuperar su libertad rápidamemte pero ayer jueves un emisario del CNI se encargó de mencionarle a las autoridades a cargo del expediente que Martínez no tiene relación alguna con el abogado y que solo coincidieron socialmente en algunas ocasiones producto de una amistad común. El mensaje fue claro: el jefe del espionaje doméstico no intercederá de manera alguna en favor del abogado.
Según se desprende de esos contactos, con quien habría tenido mayor vínculo Hernández fue con Francisco Acuña, que era segundo del CNI hasta diciembre del 2020, cuando dejo el organismo, bajo sospechas de no haber superado pruebas de confianza.
Acuña era el hombre de Alfonso Durazo en el CNI cuando el actual gobernador de Sonora despachaba en la Secretaría de Seguridad Pública. Audomaro nunca lo aceptó y alegaba que no tenía los conocimientos necesarios para el cargo.
A los pocos días que Acuña dejo el CNI también lo hizo Gustavo Salas, otro alfil de Durazo que supuestamente cargaba con expedientes en la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El dato no es menor que Salas sería quien propició la cercanía del abogado ahora detenido con Acuña.
