No hay tensión que no escape de los malos entendidos ni de la rudeza innecesaria. Si el presidente López Obrador ya había presionado a la Universidad Nacional a finales del año pasado, ahora regresó con renovada fuerza para insistir en el conservadurismo de la máxima casa de estudios del país.
El rector Enrique Graue intentó contender el golpeteo mediático de Palacio, sin demasiado éxito. Incluso, como reveló esta redacción, acudiendo a un diálogo con la jefe de gobierno Claudia Sheinbaum a través de figuras como Rosaura Ruiz, la secretaria capitalina que mantiene una buena relación con José Narro.
Bajo esas circunstancias, Claudia y Rosaura han sabido escuchar a los miembros del grupo de la Facultad de Medicina que poseen el control de la alta burocracia de la UNAM. Según pudo conocer LPO, en el diálogo que emprendió el Antiguo Palacio del Ayuntamiento se buscó suavizar la respuesta de la élite universitaria, en medio de la asesoría de Graue Wiechers al consejero presidente Lorenzo Córdova.
Con la reforma electoral a punto de ser discutida en Parlamento Abierto en el Congreso de la Unión, la Rectoría de la UNAM se ha mantenido al margen de la polémica contratación de médicos cubanos para trabajar en zonas alejadas del país, esto pese al supuesto “conservadurismo” que campea en sus aulas y oficinas. Pero no por mucho, aseguraron las mismas fuentes a esta redacción.
Mucha de la mesura que mantuvo Graue en el pasado, debido en parte por la comunicación directa de José Ramón de la Fuente (hoy transformado en alto funcionario de la diplomacia obradorista), desapareció cuando la SEP delineó el regreso presencial a clases, donde la UNAM se impuso. El golpe fue devuelto con la vinculación a proceso del presidente del Tribunal Universitario por el delito de hostigamiento sexual.
Se trata de Eduardo López Betancourt, una figura cercanísima al Consejo Universitario, que tiene entre otras funciones elegir al rector. Ahora, con los ojos puesto en retener la Rectoría en 2023 y pese al diálogo con Claudia Sheinbaum, Graue convocó a los ex rectores para unir fuerzas en contra de Palacio. A la liga ya manifestaron su apoyo José Narro, José Sarukhán y Francisco Barnés. Este último hizo un abierto activismo en contra de la reforma eléctrica de AMLO.
La Política Online
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