La agencia antidrogas de Estados Unidos vuelve a la carga para que el Gobierno mexicano arreste a Ismael “Mayo” Zambada, referente ineludible del cartel de Sinaloa. En las últimas horas la DEA lanzó una campaña promocionando la recompensa que ofrece por la captura del capo y en paralelo se le volvió a insistir a Gertz con que si Zambada es arrestado el Gobierno de Estados Unidos le dará una cobertura total contra cualquier intento de la 4T de removerlo.
La relación del fiscal general con la DEA es más bien sensible porque en la óptica de esa agencia Gertz es un hombre más bien ligado a la CIA. Los intereses de esas dos entidades en México no suelen ir de la mano. La relación del fiscal general con Langley se remonta a ciertos episodios del sexenio foxista que fueron narrados por el periodista Raymundo Riva Palacio.
Para el fiscal general detener a Zamabda sería una cobertura de alta densidad frente al descontrol que ha generado su conflicto personal con el ex consejero jurídico Julio Scherer.
El Gobierno sigue esa negociación con extremo cuidado porque teme que un arresto de esa magnitud detone un espiral violento. El pasado domingo por la noche fueron arrestadas tres personas en la frontera con Estados Unidos directamente relacionadas con Zambada, lo cual reafirma, al interior de Palacio Nacional, el pánico de algún movimiento inesperado.
La semana pasada en una reunión con delegados estatales en general Audomaro Zapata, mandamás de la inteligencia nacional,describió muy bien tablero actual: EU cree que si cae Zambada se diluye la operación del cartel de Sinaloa pero el Gobierno mexicano cree que en ese escenario el cartel implosionará el diversos grupos que se enfrentarán mutuamente.
