Juan Francisco Ealy Ortíz atraviesa, quizás, el peor momento de su relación con la 4T. Los nexos con Palacio Nacional quedaron detonados después de la detención que vivió en el Aeropuerto de Guatemala, cuando las autoridades de ese país lo esperaban para multarlo por llevar 35,000 dólares en un vuelo privado.
El director del Universal considera que fue víctima de una operación para manchar su reputación, además de haber quedado en medio de la interna por la sucesión. Hay que recordar que el blanco inicial de esa filtración fue Paola Félix, funcionaria de la Ciudad de México.
No es una novedad que El Universal siempre figuró entre los periódicos catalogados como “aliados al régimen” por Andrés Manuel López Obrador. Se podría mencionar el trauma de 2006, pero algo más reciente marcó a fuego ese ánimo de enemistad: fue la cobertura del caso Eva Cadena a poco de que inicie la campaña presidencial de 2018.
El periódico de Ealy Ortíz publicó ese noticia, que con cámaras ocultas mostraba a la diputada veracruzana recibiendo fajos de dinero para su campaña. Desde ese momento, López Obrador acusó al periódico de orquestar una campaña para favorecer el PRI.
Olga Sánchez Cordero intentó -infructuosamente- acercar las partes. LPO reveló la cena de amistad con la participación de varias figuras de la entonces flamante 4T. En ese momento, Ealy Ortíz habría ofrecido las cabezas de David Aponte y Carlos Benavides, director y subdirector editorial. Ahora, casi tres años después, el dueño del Universal estaría evaluando otra vez un movimiento en el directorio.
En el análisis de Ealy Ortíz, ninguno de los cambios que pueda hacer afectaría su relación con la 4T. Los nexos con el oficialismo son un tema que históricamente preocupa al empresario, porque siempre mantuvo lazos muy fuertes con los gobiernos de turno. Ahora, en cambio, quiere apostar por un contenido periodístico más filoso.
En esa línea es que hace pocos meses atrás, re-contrató a Roberto Rock, a quien lo hizo flotar por encima de Aponte y le entregó la dirección general adjunta. Ahora analiza la posibilidad de tentar a Carlos Loret de Mola, quien en los últimos años se convirtió en uno de los periodistas más incómodos para AMLO.
Ealy Ortíz escuchó la versión de que Loret no terminó bien la negociación contractual Grupo Prisa, propietarios de W Radio. La sensación que hay en la más alta esfera de empresarios de medios es que Loret en cualquier momento deja su programa radiofónico.
En los cálculos de Ealy Ortíz, al sumar eventualmente a Loret de Mola, no sólo agregaría más contenido filoso, sino -sobre todo- podría acercar más capitales anti-obradoristas al periódico. No es necesario recordar que la 4T recortó en casi 80% el presupuesto de publicidad oficial.
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