Nos detallan que la tarde del pasado jueves, poco antes de las 18:00 horas, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) visiblemente molesto tras conocer el exhorto del Parlamento Europeo de frenar la violencia contra periodistas en México. Vistiendo una guayabera blanca, el titular del Ejecutivo federal abordó el vuelo comercial y se sentó en el asiento 12F, a un costado de la salida de emergencia, mientras a su costado izquierdo estaba su inseparable jefe de Ayudantía, Daniel Asaf, y junto a él, una integrante de su Ayudantía. Cerca de las 18:15 horas, inmediatamente después de que el piloto del vuelo de Volaris informaba que el avión cruzaba 10 mil pies —altura a la cual los pasajeros tienen permitido moverse dentro de la aeronave—, ordenó ir por su vocero Jesús Ramírez, quien estaba en la parte posterior del avión, para que se sentara a su lado y juntos redactaran la carta que horas después sería dada a conocer. Nos comentan que sí es común que documentos que involucran un aspecto diplomático, pasen por manos de Cancillería. Esta vez no fue así. Apenas terminaron de escribir el texto, y todavía dentro de la aeronave, se ordenó la difusión en el chat oficial de la fuente presidencial a las 22:26 horas. El revuelo posterior no estaba dentro de los cálculos.
Ebrard en el Senado
En los próximos días, nos dicen, se podría llamar nuevamente a comparecer al canciller Marcelo Ebrard ante el Senado. Obviamente, no será por la relación con Estados Unidos, por el tráfico de armas o por Ucrania, sino por el exabrupto presidencial contra el Parlamento Europeo. En la oposición, los menos, pedirán su renuncia por no frenar los insultos desde Palacio Nacional hacia el exterior; otros señalan que el canciller debe explicar por qué el vocero presidencial y no la SRE es quien redacta estas respuestas.
Hacen planes para entrar a Palacio
Los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ya se están alistando para realizar su Congreso Nacional Político-Educativo, que se realizará del 8 al 10 de abril en la Ciudad de México. Ese encuentro estará integrado por cinco mesas de trabajo, una de las cuales definirá las estrategias para presionar al gobierno y al Ejecutivo federal para que les abran las puertas de Palacio Nacional. Además, elaborarán su pliego petitorio de demandas. Es evidente que el presidente no se sentará a negociar con los centistas, pues así quedó demostrado en las últimas marchas que realizó la CNTE en la capital del país.
La difícil batalla del INE
Nadie sabe, nadie supo. El Instituto Nacional Electoral se dio a la tarea de investigar quién o quiénes han mandado colocar espectaculares para promover la revocación de mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador. Lo interesante del caso es que, en la investigación, la Comisión de Quejas del INE no tiene datos concretos de quién o quiénes han pagado por esa propaganda porque las respuestas que obtiene es que nadie sabe. Por lo pronto ya se ordenó el retiro de la propaganda y sigue la investigación.