Mauricio Ochmann nació en Washington, pero fue abandonado por su madre, una chica de 15 años de edad que lo dio en adopción, así lo dio a conocer el actor en La Entrevista con Yordi Rosado.

Su padre tenía 16 años de edad y era español. Lo único que conoce de ambos es que lo concibieron en España durante un romance de verano tras el cual ella llegó a embarazada a Estados Unidos.

El actor, contó, fue adoptado por una pareja que fue seleccionada por una agencia que buscó la mejor familia en un proceso que se inició inclusive antes de que él naciera.

“Me tocaba a mí ser mexicano”, dijo.

“Me entregaron a finales de diciembre o enero; sí, de un mes”, dijo.

Esta situación, dijo, le ocasionó problemas relacionados con sentirse abandonado, aunque asegura que se siente agradecido con su madre biológica, de la cual no sabe el nombre, por no haberlo abortado.

No fue la única tragedia en su vida, pues la pareja se divorció a un año de que decidieran adoptarlo. Pese a que él se fue con María, su mamá adoptiva a Querétaro, Guillermo, expareja de ella, solía ir a visitarlo para convivir con él.

Durante una de las visitas de su papá adoptivo, Guillermo le dijo que tenía que dejar de verlo, debido a que su mamá le prohibió verlo. Esto llevó a que  Mauricio desarrollara ataques de asma.

“Me lo arrebataron. A mí me dolió muchísimo”, dijo.

La despedida, contó, se dio en un parque. El único recuerdo que Ochmann tiene de esto es que lo abrazó y dejó de verlo por muchos años. En la escuela, dijo, solía usar el nombre de Mauricio Ochmann, a pesar de que su apellido legal era Sánchez.

Usar este nombre, destacó, fue parte de una forma de pasar con el sufrimiento que vivía y además por la necesidad de buscar su propia identidad.

La situación de abandono, narró, le desencadenó diversas consecuencias derivadas de que se victimizara por lo que le pasaba. Le costó varios años, pero al final logró comenzar a ser responsable de sí mismo.

A esto agregó que el no tener una acta de nacimiento convencional le ocasionó problemas, debido a que inclusive tuvo problemas para poder pagar sus impuestos de adulto, debido a que tenía una acta de adopción. Al final, comentó, tuvo que sacar un documento que homologara su identidad.

Mauricio se fue de casa a los 16 años de edad, tras vivir una situación de violencia y además por haber sido responsabilizado del cuidado de sus hermanos. A día de hoy, ha perdido el contacto con su madre adoptiva.