Desde el staff presidencial se dio la orden el pasado fin de semana de finalizar todos los contratos de provisión de servicios gastronómicos de la empresa Pigudi Gastronómico. La determinación obedece, según fuentes del staff presidencial, a que los dueños de la firma tienen estrecha relación con uno de los hijos de Andrés Manuel López Obrador.
El Gobierno quiere evitar nuevos escándalos como el protagonizado por José Ramón López Beltrán y su patrimonio en EU. Por eso el fin de semana se activó un discreto operativo para finalizar cualquier situación que pudiera ser complicada para un Gobierno que esta tocado en un flanco delicado.
La empresa en cuestión es Pigudi Gastronómico. La orden también corre para Pemex y CFE. De momentos los estados gobernados por la 4T quedarían exentos de la medida.
En el sexenio pasado, Pigudi se hizo de un total de 100 contratos por 402 millones 321 mil 404 pesos. Según la información oficial, en 75 casos, el gobierno le entregó los convenios por adjudicación directa; 13 se dieron por licitación pública federal y 12 por invitación a más de tres personas.
Ya en el sexenio actual, Pigudi, propiedad del empresario Gustavo Rodríguez, retuvo sus contratos con cinco dependencias que ya eran sus clientas: Nacional Financiera (Nafin), la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos, el Hospital General Dr. Manuel Gea González, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
