Los tiranos se rodean de hombres malos porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado les adulará. Aristoteles sin duda tenia las cosas claras, tanto así que siglos después se le sigue citando. Pero sin duda, alguien que sigue teniendo un peso en la historia es Joseph Goebbels. Gracias a sus técnicas de propaganda fue capaz de hacer que todos los políticos de ayer y hoy quieran seguir los pasos de un estado tiránico en su plan de comunicación social.
En este humilde espacio conoceremos los principios de la manipulación a las masas que inventó el que quizá sea el mejor mercadólogo de nuestra era. Conocerlo es básico, pues se trata de una parte importante de nuestra historia.
Primero hay que crear un enemigo. Por ejemplo pueden ser agentes extranjeros, personajes poderosos en las sombras o algo similar.
Ahora que ya tenemos el enemigo, es hora del principio de la simplifación. Consiste en caricaturizar al enemigo, reduciendo de complejidad y agrupando a todos en ese bando. Esto con el propósito de meter a todos nuestros adversarios en el mismo saco. De esta manera no habrá una batalla contra múltiples antagonistas, sino una guerra en la que solo habrá un sencillo contendiente: el mal, la injusticia o lo que se nos ocurra.
Ahora seguimos con el tercer paso, el método de contagio. Sencillo, solo hay que dotar de rasgos comunes a nuestros adversarios imaginarios. A menudo son adjetivos negativos y fáciles de recordar, siempre tienen que ser humillantes y ridículos para que tengan más pegue con la raza y se contagie como omnicron.
Ahora con el mensaje y los enemigos creados, ya es hora de que nuestra mentira se vuelva real y las personas la pasen de boca en boca. Para esparcir el mensaje hay que seguir estos 5 puntos:
- Orquestación. Las ideas que se quieren transmitir a la masa han de repetirse de forma constante, usando distintos enfoques pero insistiendo en el mismo concepto. Es importante que todo se reduzca a lo más básico posible, para que sea casi imposible contradecirnos en el futuro en nuestro mensaje.
- Camuflaje. Para que nuestra mentira cuele en todos hay que camuflar nuestras mentiras dentro de una noticia objetivamente cierta.
- Silenciar a los contras. Hay que acallar todas las noticias sobre los rivales, usando los medios de comunicación afines a la causa.
- Transfusión. A través de este principio se pretendería hacer uso de la historia de una nación, e incluso de sus mitos populares, para conectarlos de una manera directa con el contrincante a derrocar a través de analogías y comparaciones. El fin es aprovechar un odio preexistente a nuestro favor.
- Fingir la unanimidad. Hay que convencer a todos que nuestra decisión goza del consenso de toda la población. Este principio aspira a aprovechar el conocido fenómeno del conformismo social, al que se atribuye una enorme capacidad para la persuasión, especialmente entre aquellos que desconfían de su propio criterio.
Y listo, ahora ya estamos preparados para hacer propaganda, manipular a las masas y hasta convertirte en un líder social.