Un ex miembro de las fuerzas especiales del Ejército mexicano lo comentó a su público: Los drones cargados con explosivos que utiliza el crimen organizado en la guerra de Tierra Caliente (en los linderos de Michoacán y Jalisco) reflejan que terroristas estarían capacitando al Cartel Jalisco Nueva Generación en este tipo de armamento.
Y soltó una conjetura: Podrían ser de Al Qaeda, el movimiento islámico señalado como una red de terrorismo internacional y responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 a las torres gemelas de Nueva York.
Este ex militar, que comparte sus experiencias como “youtuber”, sabe de lo que habla, conoce ese mercado y tiene experiencia. Si lo dice, por algo será. Lo que sí deja muy en claro es que pocas personas dominan el arte de manejar explosivos. En la industria minera hay una reducida lista con nombres de estos expertos. La actividad, como se sabe, es regulada por el Ejército.
Esta guerra en Tierra Caliente entre combatientes del cartel y autodefensas (ambos con fama de trabajar para el crimen organizado), se suma a los hechos violentos de Salamanca (donde explotó un artefacto explosivo enviado como regalo de cumpleaños, que mató a dos personas y lesionó a varias más), Chiapas (donde se avisa de otro movimiento armado, similar al de los zapatistas de los años 90) y en cuya región se experimenta un creciente flujo migratorio ligado al narcotráfico, recrea al fantasma del terrorismo.
Generalmente se piensa que Estados Unidos puede intervenir militarmente en un país clasificado como sede de terroristas. Pero es algo más complejo. Las consecuencias dependerán de la declaratoria y de la designación. México, obviamente, apelaría a la soberanía nacional. La designación le daría herramientas a las autoridades norteamericanas para intervenir activos económicos de las organizaciones criminales, así como “realizar actividades militares”.
El proceso es largo y complejo.
Pero en el pasado reciente, como presidente de Estados Unidos, Donald Trump pidió que se considerara como grupos terroristas a los cárteles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación, Tijuana, Juárez y Los Zetas, calificados como organizaciones criminales.
En este escenario, una noticia que hace arquear cejas se difundió ayer:
El Presidente Andrés Manuel López Obrador promulgó esta tarde el decreto que permite el paso por territorio nacional de 84 elementos del 503 Batallón de la Policía Militar, de la Décimo Sexta Brigada Militar del XVII Cuerpo Aerotransportado del Ejército norteamericano, sin armamento y con traslado vía área.
El Mandatario federal publicó el permiso en la edición vespertina del Diario Oficial, solo unas horas después de que fue aprobado por el Senado de la República, con 80 votos a favor.
Según el dictamen, los militares norteamericanos participarán en un intercambio de paracaidistas. «(El intercambio) se llevará a cabo en el municipio de Zapotlán de Juárez, estado de Hidalgo, y en el Centro Nacional de Adiestramiento del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, en el municipio de Santa Gertrudis, estado de Chihuahua, del 26 de septiembre al 3 de octubre de 2021».
¿Avanzada punitiva?