Dicen que percepción es realidad. Y lo que se percibe es que la candidatura de Alfonso Durazo va en caída libre. Esto abre paso a una pregunta: ¿Vendrá el manotazo del centro para ganar la elección de gobernador en Sonora?
Hasta el momento gana terreno en su carrera parejera Ernesto Gándara.
Pero en su momento necesitará del apoyo de Ricardo Bours.
El acuerdo inicial sería que Bours trabajaría su propia candidatura para cederle a Gándara su capital político en el sprint final.
Empero, el poder marea.
Aunque ignoramos que tanto podría marear a Ricardo, que tuvo su buen cachito de poder en el gobierno de su carnal, Eduardo.
Ser el número dos en política siempre será la última decisión a tomar.
Sobre todo cuando hay posibilidades de ser el número uno.
Ahora bien, los candidatos se juegan el resto en lo que resta de campaña.
El punto es que los punteros no enseñan equipos eficientes.
Y sobre todo creativos.
Dan la impresión de que están hechos para salir al paso de problemas.
No para evitar o vencer problemas.
Parecería que piensan en pequeño.
Y eso es lo que reflejan los candidatos.
Si una ayuda externa puede generar miles de votos la desechan porque pierden presencia ante el jefe. Las buenas ideas brillan por su ausencia. Esa es la triste realidad.
Pero así es la política en tiempos de campaña.
Mejor nos quedamos con el ejemplo de Temo Galindo, quien promete sanar a Sonora en uno de sus lemas de campaña.
Por si no lo sabía, Temo es candidato a gobernador por el partido Redes Sociales Progresistas.
Sí, el mismo que postuló a una sexo servidora cibernética como candidata a diputada federal en Sonora.
A ella la apodan la grosera.
Por algo será.
Un ejemplo similar al actor Alfredo Adame.
Nunca seremos mojigatos.
Ni mochos.
Pero Sonora no merece este tipo de desprestigios.
Bueno, para RSP esto es lo que merecemos los sonorenses.
Es la política cognitiva de la maestra y sus representantes en Sonora.
Y a pesar de todos estos payasos me sigue pareciendo que Brozo sería un magnífico candidato presidencial.