El presidente Andrés Manuel López Obrador está en un momento político en el que no tiene ni sombra y lo más cercano a oposición es el expresidente Felipe Calderón, quien a menudo cuestiona las decisiones y dichos que emite el mandatario federal, afirma Alejandro Rosas, director de la agencia Disruptio.

Sólo que el expresidente carece de la condición más elemental para ser un opositor: no es presidenciable.

“Lo más que se acerca a una figura de oposición, estando distante, pudiera ser el expresidente Felipe Calderón, pero de ahí en fuera no veo a ningún otro. Este personaje tal vez tendría que tener tintes de candidato presidenciable y (Calderón) no es eso. No hay ninguno que pudiéramos decir de ningún partido que pueda tener algún tinte presidenciable y que compita en la agenda pública y de comunicación con el presidente”, explica.

Asimismo, tampoco dentro de Morena se percibe a algún militante que pueda aspirar –al menos no en este momento– a ser el sucesor del presidente.

“No hay dentro de Morena o en el equipo del Presidente algún personaje que le pueda competir en ese sentido. Tenemos algunas figuras, como el canciller Marcelo Ebrard, que tiene mucha presencia, que las encuestas lo posicionan como un buen colaborador, pero de ahí en fuera no hay mucho.

“El Presidente de la República no tiene sombra en su equipo, en la oposición, o en los gobernadores. Ahora que fue la Alianza Federalista tal vez pudieron alzar la mano a lo mejor en Guanajuato, a lo mejor en Chihuahua los gobernadores panistas, sin embargo, no se ha mantenido ninguna agenda que ellos tengan o propongan”, sentencia el experto en comunicación política.

Las figuras a quienes el presidente identifica como “opositores” se ven obligados a hablar de la agenda que el mandatario dicta todos los días

– Alejandro Rosas

Director de la agencia Disruptio

El presidente Andrés Manuel López Obrador es el político más importante de este siglo y goza de buena presencia en la agenda nacional y no hay quien le compita, de acuerdo con Alejandro Rosas, director de la agencia Disruptio.

“La Cuarta Transformación es precisamente desafiar el status quo, cambiar y transformar varias de las instituciones. Lo que sí es cierto es que él todos los días, en temas de comunicación pone la agenda mediática y esa agenda es la que se respeta. Si él sale en la mañanera hablando sobre la rifa del avión presidencial y saca el cachito, todos los medios toman el tema en un primer momento y la oposición empieza a debatir sobre ese tema”, explica Rosas.

Es decir, el resto de los políticos de otros partidos a quienes el presidente identifica como “opositores” tienen que hablar de la agenda que el mandatario dicta todos los días.

“No ha logrado la oposición posicionar sus propios temas y eso es muy interesante en materia de comunicación, como dicen en la publicidad: ‘hablen bien o hablen mal pero que hablen de mí’, eso lo cumple todos los días”, explica Alejandro Rosas.

Conectar con la gente, el reto de la oposición

El presidente Andrés Manuel López Obrador acierta al lanzar dichos que hacen sentido para su público.

En este momento no estamos viendo a una figura opositora trascendente por una razón muy sencilla: la mayoría de las cosas que dice López Obrador en las conferencias matutinas le hacen sentido a un porcentaje muy alto de la población, a su audiencia, afirma Enrique Ortega, consultor en imagen pública.

Todas las cuestiones acerca de que va a dar dinero a los adultos mayores, el combate a la corrupción, muchas cosas que está haciendo el presidente le gustan a las personas. Llegar con una narrativa en contra de eso es complicado ya que parece, en términos de percepción, que se busca atentar contra la población más vulnerable

– Enrique Ortega

Consultor en imagen pública

La oposición de México ha fallado en colocarse como “un antiAMLO” o como un “antitodo” a lo que hace el presidente. Otro asunto es que la población en general, no aceptaría un cambio de batuta en temas de agenda política porque no hay una propuesta que haga “clic” en el sentido cultural.

“Si llegara alguien a decir ‘yo sí voy a poner orden’, ‘conmigo sí se va a seguir la ley’, ‘sí se van a seguir las reglas’, no estoy tan seguro de que la gran mayoría de la población estaría sumándose a eso porque culturalmente somos un país al que no le gusta seguir las reglas, que se pasa un alto y que con 200 pesos es más que suficiente para librarse de la multa”.

La narrativa oficial es la misma desde que AMLO era candidato y por el momento no hay nada que haga pensar que cambiará, asegura el consultor.