Como era de esperarse, el listado de candidatos plurinominales del PRI agitó, una vez más, el malestar contra las decisiones de Alejandro Moreno Cárdenas. La presencia fuerte del grupo de Coahuila referenciado en Rubén Moreira, el poco espacio a gobernadores y el intenso amiguismo complican la imagen del dirigente y dan bríos a sus adversarios internos.

El discurso de oposición interna viene a decir este año que no se van a ganar gubernaturas, que se van a perder lugares en San Lázaro y que la sucesión será inexorable.

Pero en el medio de la trifulca aparece un dato no menor: la casi segura reelección de Pablo Gamboa Miner, el hijo de Emilio, el ex coordinador de los senadores del tricolor. Es un dato porque Alito en privado siempre ha denostado a Gamboa y ahora le hace un favor que tiene por finalidad lograr un acercamiento donde no lo hay.

Cuando Enrique Peña Nieto era presidente, Alito solía decir que detrás de muchas decisiones equivocadas del Gobierno estaba Gamboa. El día que las cámaras captaron a Gamboa aterrizando en su helicóptero en un área natural protegida, Alito estaba directamente extasiado, llamando a sus contactos en los medios para que reiteraran una y otra vez esas postales que explican en gran medida la debacle del partido.

Gamboa no se quedaba atrás. El entonces senador también denostaba a Alito y criticaba su gestión en Campeche. En esos tiempos, Alito era defendido por Miguel Ángel Osorio Chong, de quien ya en tiempos de la 4T, habría de distanciarse.

La reelección del hijo de Gamboa no es un movimiento político sino judicial. El dirigente nacional quiere tener un gesto con Gamboa por los contactos innumerables que el yucateco tiene en la Justicia, desde los juzgados ordinarios hasta la Suprema Corte. Hay decenas de magistrados que están en sus lugares gracias a Gamboa y los acuerdos que él realizó en el Senado. Tal vez el más agradecido: Arturo Zaldívar, actual titular de la Corte.

Moreno Cárdenas requiere de esos contactos por si avanzaran las pesquisas que intentan develar, a ritmo lento pero constante, cómo es que tiene un patrimonio tan fenomenal, que ha animado incluso portadas de matutinos nacionales en más de una ocasión.

Así como el protagonismo para Rubén Moreira en las listas pluri está pensado en pos de ganar, el gesto para con Gamboa es más bien un salvoconducto en caso de que la elección sea un desastre y el campechano tenga que dejar la dirigencia del partido que el prometió reconstruir.