Tras semanas de indecisión y mensajes cruzados, finalmente Luis Donaldo Colosio contenderá por la alcaldía de Monterrey bajo las siglas de MC. Su negociación con Dante Delgado y Samuel García ha sido arrasadora: el diputado consiguió todo lo que pretendía y hasta podría darse el privilegio de desconectar por completo su campaña de la del senador.
Colosio confeccionará las candidaturas al Congreso local, decidirá las candidaturas pluri de MC y retiene el partido a nivel estatal suceda lo que suceda en su proyecto electoral. A nivel campaña no acepta la menor injerencia de asesores o personas ligadas a Dante Delgado. Tiene lógica: Colosio atribuye el desplome de Samuel García en los sondeos al accionar del consultor tapatío Rafael Valenzuela.
A pesar de que los aspirantes al Congreso están más atados a la suerte del candidato a gobernador, estos quedan bajo control de Colosio y Agustín Basave. García se queda con las alcaldías donde, de momento, MC no es competitivo en ningún distrito de la zona metropolitana.
Ese giro merece una lectura subliminal. Colosio no quiere hacer campaña con García. Pretende aparecer solo para lo mínimo porque asume que el senador lo complica en dos franjas demográficas donde él tiene fortaleza: los adultos de más de cuarenta y cinco años y los sectores de poder adquisitivo medio bajo y bajo.
El inicio de su trayecto electoral no se da en las mejores condiciones. El candidato del PRI ha recortado las distancias en los sondeos. Para entender: su ventaja sobre Francisco Cienfuegos, según diversos sondeos, ahora solo es de un digito. Si no hay una situación de paridad solo se debe al desprestigio de la marca PRI, no solo en el estado, sino en el país.
A esto se agrega una trama secundaria, pero a considerar. Colosio está en la mira de un expediente de la Contraloría estatal que puede desbarrancar su candidatura. Cienfuegos tiene un cabildeo absoluto en esas instancias administrativas. Ese cabildeo explica en gran medida que el PRI al día de hoy gobierne la capital estatal.
Su ingreso a la elección regia agrega una emoción ineludible. Colosio porta con una imagen intachable y el apellido más grande de la política mexicana. Ahora se pone a prueba su habilidad para pelear una elección desde el llano, su resiliencia ante una campaña que se anticipa vibrante y su destino, y hasta donde este puede alcanzar.
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