María Dolores del Río, diputada local de Sonora cercana a Dante Delgado, se encuentra recaudando fondos para la campaña de Alfonso Durazo en dicho estado. Desde hace una semana oficia como enlace del ex secretario de Seguridad con el empresariado local. Hace una semana renunció a MC, según dicen cerca de Durazo, con pleno aval del hombre fuerte del partido.
Delgado tiene buena relación con el aspirante moreno en Sonora. Nunca criticó -públicamente- su desempeño como secretario de Seguridad y Durazo a su vez siempre fue uno de los tantos conductos que Delgado tiene en la 4T. Los otros dos de alta densidad: Ricardo Monreal y Alejandro Gertz Manero. Esos contactos explican en parte que MC no esté en la alianza PRI-PAN-PRD.
Durazo a su vez es una de las personas más cercanas al mayor activo electoral que tiene MC, que es Luis Donaldo Colosio, aunque su vínculo con Delgado ahora pareciere algo lesionado.
Durazo tuvo una extensa conversación con Delgado y a las pocas horas Del Río partía hacia el campamento moreno en Sonora. Es un apoyo de peso, porque esta diputada conoce bien a los sectores productivos del estado y sobre todo si se considera contra quienes compite potencialmente Durazo: Ernesto “Borrego” Gándara y Ricardo Bours, ambos muy mimetizados con el círculo empresarial.
Es notable. En Sonora no hubo encuesta para elegir candidato pero al interior del Gobierno es el estado donde la posibilidad de un triunfo aparece cuestionada.
Esta semana el periodista Raymundo Riva Palacio reveló el conflicto subterráneo que tiene Durazo con la alcaldesa de Hermosillo, Célida López Cárdenas. En los cálculos de Durazo parecería existir la noción de que por ser el candidato emanado del gabinete las fuerzas locales se cuadrarían con velocidad. Pero no está sucediendo.
Hay otro inconveniente. Nadie al interior del oficialismo tiene la idea de que Durazo sea un buen candidato ni de que se sienta cómodo con el discurso de Morena en una entidad como Sonora.
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