El inicio del proceso electoral está a la vuelta de la esquina. A partir del 7 de septiembre tendrán luz verde todos los partidos para realizar las actividades que consideren necesarias para seducir al electorado rumbo a las elecciones del 6 de junio del 2021. La tarea no será fácil. Para la mayoría de los votantes la clase política y todos los partidos están desacreditados. Y ya se comenta en círculos ciudadanos que analizarán perfiles independientes para ver si merecen su voto.
Así, dentro de poco usted, caro lector, será literalmente asediado por los aspirantes a ocupar un puesto de elección popular. Los de los partidos y, claro, de los independientes.
En esta lucha el premio mayor es la gubernatura de Sonora, cargo que ya sienten suyo los colaboradores de los precandidatos más fuertes: Alfonso Durazo y Ernesto Gándara.
¿Qué ofrecerán a la gente a cambio de su voto estos personajes, representantes de la clase política tradicional?
Quién sabe.
Pero debe ser algo diferente.
La pandemia cambió a Sonora y los sonorenses.
Ahorita hay dos crisis: La sanitaria y la económica, pero una sentida demanda de la población es la inseguridad, que también es crítica y mortal para la población.
Lo más seguro es que en esta elección no habrá mítines. Así que veremos campañas por medios electrónicos, en los que sobresalen las indomables redes sociales. Aquí es donde pueden surgir buenos candidatos independientes, con capacidad y astucia para conectar con la gente.
Pero hay que ser realistas: Las campañas se ganan a billetazo puro. Los independientes, por más que conecten con el electorado, no ganarán, pero lo interesante es que pueden hacer perder a favoritos.
Aparte de los favoritos en encuestas, por supuesto que habrá más competidores o competidoras, como Ana Gabriela Guevara o Ricardo Bours, si finalmente decide lanzarse al ruedo con preferencias de un dígito, por el momento. Una de ellas o ambos serían parte fundamental de estrategias para derrotar al contrario.
Ahora bien, Gándara no tiene asegurada la candidatura por el PRI y aliados. Falta por saber si el emergente, auto considerado como el caballo negro, Pedro Angel Contreras, ex director del ISSSTESON, viene en calidad de sparring o finalmente será acuerpado por toda la estructura oficial.
En cualquiera de las dos modalidades gana el que finalmente será el candidato oficial. Una elección interna asegura un buen nivel de propaganda.
Y, claro, veremos de qué está hecho “El Borrego” si la estrategia es sacarlo de la jugada.
Opciones tendría, pero habría que saber el contexto real de las circunstancias vigentes al momento de las decisiones. Poco o nada abona a su causa que tenga como aliado al dirigente estatal de un PRI casi inexistente, sin estructura, sin dinero, sin liderazgos…sin gente.
Por su parte, Alfonso Durazo tendrá a las alcaldesas y alcaldes de su organización como sus verdaderos enemigos.
¿Por qué?
Simplemente por la violencia e incapacidad que han mostrado para gobernar con resultados medianos.
Nada más hay que ver el corredor de la muerte, Guaymas-Empalme-Cajeme- Navojoa, para sentir miedo. En esas comunidades, todas gobernadas por Morena y aliados, los muertos en acciones violentas se cuentan por decenas. El origen, simple: Miedo o codicia.
Hermosillo, que concentra a un tercio del electorado sonorense, es gobernado por una mujer egocéntrica, débil (incluso mentalmente), proclive al llanto mediático como justificante de su incapacidad, sin fuerza política para llevar las riendas de la capital, antipática y por si fuera poco, forastera. Nacida en Mexicali, criada en Puerto Peñasco y formada, política y profesionalmente de nuevo en Mexicali, la alcaldesa ganó su elección por esa fuerza de la ola lópezobradorista que todo arrasó a su paso. Si hoy compite de nuevo en busca de la reelección, como es su proyecto, de seguro pierde.
Todos estos lastres municipalistas tendrá que echar por la borda Durazo si quiere alzar el vuelo.
Y poner orden en sus tribus, que pelean parcelitas de poder al más fiel estilo del partido de origen, el PRD.
Pero también tendrían que buscar nuevos liderazgos.
En esta tarea están obligados los dos partidos en el poder, nacional y estatal. Porque la gente ya no quiere ver cartuchos quemados reciclados por los intereses. Tienen que voltear a la llamada sociedad civil.
Tienen que moldear una nueva clase política.