ES CIERTO: ES UNA REALIDAD que no podemos soslayar. Cada vez más mujeres son víctimas de la violencia en México.
Genéricamente, los medios hablan de feminicidios. Y la verdad es que no todos los homicidios de mujeres deben tipificarse como feminicidios.
Y es que no necesariamente todos los crímenes en los que mueren mujeres están relacionados con la cuestión del género. En todo caso, tienen un origen estrictamente económico. Una mujer cambia su modo de vivir y acepta trabajar para el crimen organizado. Principalmente, con el narcomenudeo.
Quizá por su condición de mujer, muchas tareas de este tipo se les facilita más a las mujeres que a los hombres. Y entonces esta rama del narcotráfico las engancha cada vez con mayor frecuencia.
Y como suele suceder en cualquier actividad ilícita, una mujer, igual que un varón, comete errores. Incumple compromisos que en el crimen organizado se pagan con sangre.
Un periodista es, por la naturaleza de este oficio, un observador de la vida. De ahí que, entre más años en esta actividad, más vivencias se van acumulando.
De unos años a acá, yo he tenido conocimiento de tragedias que me han estremecido y llegado a lo más hondo del alma.
Particularmente, recuerdo dos casos: el de una mujer asesinada en su casa de Estación Corral, una comunidad al norte de Ciudad Obregón, quien, al parecer habría incumplido un asunto económico con gente del narcomenudeo.
Se infiere que sus verdugos no iban a matar a su niña de seis años. Solo a la mamá. Pero le dispararon por una ventana y la pequeña fue un ‘daño colateral’.
El otro caso, fue el de la pareja asesinada y torturada cuyos cuerpos fueron arrojados a un paraje cercano a la cabecera municipal de Bácum.
La tortura de la joven fue terrible e inhumana.
Muchísimos casos de crímenes brutales registra la bitácora del periodismo de nota policiaca.
En los 11 años que participé en el programa de radio Contacto Ciudadano, que transmitía TRIBUNA RADIO de Ciudad Obregón, tuve la oportunidad de tener de compañero a JAVIER CAMACHO, primero, editor policiaco de TRIBUNA DEL YAQUI y posteriormente laborando cotidianamente en un portal.
Con todo, se daba tiempo para apoyar con su trabajo al equipo de Contacto Ciudadano cuyas bujías eran MARY VERDUGO ROSS y RITA VERÓNICA QUINTERO.
Allí tenía yo mi espacio dos veces por semana y esto me permitió entrar en el conocimiento de la violencia que registraba la historia cotidiana de Cajeme y en general, del Valle del Yaqui.
Sin embargo, debo reconocer que nada tan grave y perturbador como lo que ha venido ocurriendo en estos últimos años.
La lucha entre cárteles, es despiadada.
Y en esta guerra entre grupos, cada vez mueren ejecutadas más mujeres. Pero, insisto: no todos estos ataques son feminicidios. Son asesinatos donde mujeres con nexos criminales con la delincuencia organizada, comete errores que les cuestan la vida.
Así llana y sencillamente.
Los medios han dado cuenta de seis mujeres asesinadas en menos de 48 horas. Se trata de sucesos que impactan por tratarse precisamente de mujeres. Desgraciadamente, esto no es más que el signo de una nueva realidad que este país está viviendo.
A lo mejor el presidente AMLO si tiene razón, en tratándose de mujeres asesinadas, cuando habla de atacar la raíz, la causa, más que los efectos.
A lo mejor el índice de crímenes relacionados con mujeres, bajaría sensiblemente si el Gobierno genera más empleos para ellas, más oportunidades de trabajo mejor remunerado.
A lo mejor.
Pero sin importar de qué dimensión sea el esfuerzo que el Estado realice para atemperar está situación, los resultados no se van a ser de un día para otro.
Deberá transcurrir mucho tiempo. Esto no tiene vuelta de hoja.
En fin.
DE AQUÍ, DE ALLÁ Y DE MÁS ALLÁ
¡AH, QUÉ LAS HILACHAS! De pronto, al cuarto para las doce de este año que se va, me llegó el texto, enviado por un político amigo mío, a quien no he visto personalmente en varias semanas…
Textual: “¿Dónde están ERNESTINA CASTRO, ROSENDO ARRAYALES, OMAR SERNA, FAUSTO FLORES, GABY MARTÍNEZ, y todos esos alebrijes de ‘no al gasolinazo’? Es pregunta seria”…
Iba a decir que me sumo a la pregunta pero recordé que yo si sé desde hace mucho la respuesta…
Ya lo dice el viejo y conocido refrán: “cada quien habla de la feria como le fue en ella”…
Los morenistas ya no pueden ejercer con amplitud la libertad de expresión… Ya no se mandan solos, ahora tienen un patrón, un presidente cuya línea política deben seguir, acatar y defender…
Incluso, si con ellos contraviene sus propios principios, sus convicciones…
Por cierto, eso que está sucediendo con los morenistas, también ocurre en otros partidos pero al revés…
Ahora los priístas, por ejemplo, ya tienen absoluta libertad para cuestionar, para criticar acérrimamente, al Gobierno de la Cuarta Transformación y a cualquier gobernador o legislador de Morena que se les pegue la gana…
Son oposición y entre sus funciones, está la de servir de contrapeso al grupo en el poder…
Pero, ¿por qué no ejercen ese derecho, el de la libertad de expresión?…
Según veo yo las cosas, los priístas no fueron formados en una escuela democrática sino en un partido que fue creado para agrupar a distintas fuerzas de poder en circunstancias muy deferentes a las de ahora…
No saben ser oposición y hoy, ante lo irremediable de una realidad que los coloca en la condición de partido palero, prefieren esconder la cara mientras el PAN se queda solo con esa responsabilidad, la der ser una digna oposición y contrapeso del poder presidencial…
Duele decirlo pero así es la realidad que tenemos frente a nuestros ojos…
¿Qué tiene posibilidades de ganar en Sonora en el 2021, afirma mi amigo BULMARO PACHECO?…
Pues en una de esas, sí… Pero personalmente no lo creo…
Los priístas no están haciendo nada para merecer el triunfo en las urnas en el 2021…
Es posible que la elección intermedia en Sonora, se dirima entre Morena y Acción Nacional…
CLARO QUE TAMPOCO MORENA la va a tener fácil como en el 2018. Las circunstancias serán diferentes y el propio Amlo tendrá que enfrentar su nueva realidad…
La forma en que se formaron las candidaturas a legisladores y alcaldes en 2018, derivó en un batidillo de malo y regulares y por allá, uno que otro elemento aceptable…
Fue un cochinero lo que presentó al electorado Morena en 2018. Y el pueblo que acudió a las urnas, se puso una venda en los ojos y así votó… Y así ocurrió con muchos alcaldes y alcaldesas y con muchos diputados locales y federales…
Las cosas como son…
Y CIERRO LOS ÚLTIMOS RUMBOS de 2019 con un amable comentario: la semana anterior me descolgué al restaurante del hotel Gamma (antes Valle Grande), para compartir la mesa con algunos muy entrañables amigos míos. A saber: los médicos FRANCISCO VERDUZCO VALENZUELA y JOSÉ ANTONIO CERECER BELTRÁN, los dos aproximándose a los noventa años, pero fuertes y giritos que no vea usted…
A la mesa también, los doctores HÉCTOR UREÑA y DAVID SIERRA MENDOZA… ¡Larga vida para ellos!…
Es todo.
Le abrazo.