Qué les cuento, que ante las miles de leyendas urbanas que existen sobre cómo están Los Pinos, después de que AMLO decidiera abrir al público lo que fuera la residencia oficial de los presidentes desde Lázaro Cárdenas hasta Enrique Peña Nieto, decidí ir hacer un picnic y por qué no, comerme una torta de milanesa justo en el cuarto donde retozaban Peña y Gaviota.

Comienzo mi relato:
Puesto que estacionarse por ahí es prácticamente imposible decidí irme en taxi y me dejó justo en la entrada de Molino del Rey, por donde antes entrábamos cuando íbamos a las conferencias de prensa al Salón López Mateos, sí enfrente de la glorieta, por Chivatito, donde está el águila. Caminé un par de pasos y vi en la pared dos letreros y me dije, seguro Mi presidente nos quiere decir algo y sí. Leí: PUEBLO DE MÉXICO, DEMUESTRA TU CULTURA, NO TIRANDO NI DEJANDO BASURA EN LAS ÁREA VERDES” “GRACIAS”
EL COMPLEJO CULTURAL “LOS PINOS” NO CUENTA CON BOTES DE BASURA.
–Acto seguido, pensé, híjole creo que lo del picnic está en veremos.

Seguí caminando como juan por mi casa y al terminar ese camino me encontré con un letrero que me indicaba que la entrada estaba justo a 270 metros doblando a mi derecha. ¡Qué emoción, voy a entrar por donde antes llegaban los invitados muy “tú las traes”, claro ellos en coche en visita de Estado! El pero fue que no me dejaron entrar con mi canasta, puesto que no dejan entrar con comida; así que mi picnic se había arruinado, pero mi morbo seguía a todo lo que daba para ver cómo dejaron, EPN y Gaviota, después de la súper remodelación que le hicieron a la residencia Miguel Alemán y si estaba lleno de ambulantes.

En un día mega soleado, entré caminando a Los Pinos por el Paseo de los Presidentes, en el cual vemos las estatuas de 14 de ellos, los que ahí habitaron, es decir, hablamos de 84 años de gobierno. Si se preguntan ¿hay espacio para la de AMLO? La respuesta es, sí, sí hay.
En otra entrega les platicaré de este Paseo, por lo pronto déjenme adelantarles que el único que trae la banda presidencial por fuera es Miguel de la Madrid, luego entonces supongo que mandó una foto de su toma de protesta, que es la única vez que un presidente nuestro la porta por fuera. Que Vicente Fox sale con una niña y que unos visitantes se asombraron al verlo y se preguntaban quién es esta chamaquita, y otro de ese grupo contestó muy seguro, pues su hija. Lo cual no es verdad.
Al terminar este paseo llegué a la Miguel Alemán y me dije WOW, si bien es imponente, no es una construcción ostentosa. Si la vemos de frente les cuento que a la izquierda en el primer piso, en la esquina, está el despacho presidencial, y arriba está justo dónde retozaban Peña y Gaviota.
En esta primera visita NO pude entrar porque, si bien AMLO abrió todo al público, la gente, el Pueblo sabio, NO demostró su educación y comenzaron a dañar el inmueble, por lo cual en ciertas zonas ya no hay acceso al público. Tampoco dejan pasar a donde están las cabañas, ¿la razón? Me dicen que en la cabaña donde vivieron Fox y Calderón, hay aun cosas guardadas y que por seguridad no está abierto el paso.

Saliendo de esta primera visita hablé inmediatamente a la Secretaría de Cultura para pedir ayuda y me autorizaran el paso a lo que tienen cerrado para poder realizar mi trabajo periodístico y ¡lo conseguí!
A diferencia de Palacio Nacional, donde todo es público, en Los Pinos toda la información es privada, así pues les cuento que he decidido convertirme en la cronista de Los Pinos. Hasta hoy llevo siete visitas con diferentes personajes de diferentes sexenios, quienes me han ido ayudando a conocer dónde pasaron ciertos sucesos históricos; me han contado algunas anécdotas, así como qué pasaba en cada cuarto.

Para abrir boca les cuento que ahí, en un pedazo de adoquín, están las manitas de Cuauhtémoc Cárdenas; que doña Amalia, su madre, contaba que ella llegó tan joven que muchas veces ahí, pues era su casa, jugó con sus amigas al bote pateado. O qué, las cabañas No las mandó hacer Fox, sino José López Portillo para que ahí vivieran sus hijos casados; etc.
Ojo, adentro de Los Pinos NO hay un solo ambulante.
Así pues, esta es la primera entrega de muchas más, por lo que solo me resta decir, Continuará…