Uno de los mayores logros de Alejandro Moreno Cárdenas al ganar la dirigencia nacional del PRI fue el número de votantes que reunió en torno a su candidatura. La cifras entusiasmaron al priista ante la certeza de que casi dos millones de militantes lo votaron, mientras al panista Marko Cortés lo eligieron sólo 168 mil afiliados del PAN, o incluso ante Yeidckol Polevnsky, quien asumió la dirección con el voto de menos de dos mil consejeros nacionales de Morena.
La legitimidad de Alito, con la cual mandó el mensaje de estabilidad en el partido, contrastó con escenario que merece toda la atención de la actual dirigencia tricolor. Hasta el momento, el PRI cuenta con un padrón de 6 millones 700 afiliados. Sin embargo, según los cálculos del jefe de Campeche, la depuración del INE podría habilitar apenas el 25% de ese listado, en sentido contrario a la consolidación y el crecimiento del priismo.
Fuentes al tanto de dicho análisis del CEN del PRI explicaron a LPO que hasta el mes de agosto del presente año sólo contaban con la documentación completa de 1,700,000 militantes. Cifra consistente con la votación del último proceso interno, donde poco más de 1,800,000 militantes se presentaron a emitir su voto.
“Esos son los priistas reales, los activos, pero tenemos que encontrar a buena parte de los otros 5 millones que tenemos en el padrón. Caso contrario, podría quedar en evidencia que hubo simulación durante muchos años”, indicó la misma fuente, sin abundar a qué dirigencia sería responsable de esta situación.
Bajo ese escenario, ya se trazó una estrategia de afiliación. El objetivo de Alito Moreno es rescatar al menos al 50% del padrón actual para que no sea un “papelón”. Quiere decir que necesitan encontrar y completar la información -documentos que exige el INE para validar ese registro de militancia- de otro millón y medio de priistas dispersos en todo el país.
Con esa meta, el nuevo líder del PRI comenzó a reunir a los operadores de tierras más efectivos. La idea es recorrer las zona de alta densidad poblaciones -centros urbanos- para no malgastar tiempo ni recursos, una estrategia que ya utilizó en su campaña. Es el caso del cacique chilango Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, quien durante la interna denunció que los nuevos afiliados que había conseguido durante estos meses no fueron incorporados al padrón. Así se lo compartió tras reunirse con el campechano.
Hasta el momento se pensó en un esquema de cuadrillas con cuatro escenarios posibles: territorios donde tienen el apoyo de gobernadores y alcaldes tricolores (Edomex, Coahuila, Campeche y Oaxaca, por ejemplo), donde sólo tienen gobernadores (San Luis Potosí, Sinaloa, Guerrero y Colima), donde sólo tienen alcaldes (Nuevo León), o donde ninguna autoridad puede colaborar, como en la mayoría de las entidades gobernadas por el PAN y Morena. Cada escenario presunto objetivos distintos, desde luego.
“Baja California tiene cerca de 600 mil militantes. Y allí no cuenta con apoyos significativos de autoridades para aplicar este plan. Es una de las entidades donde más pesimismo hay”, agregó el priista, quien concluyó un escenario positivo con el respaldo del combo Del Mazo-Moreira-Murat. “Tan sólo con ellos reuniríamos a la mitad del medio millón de nuevos afiliados”.