México siempre ha sido un país de contrastes y una división tolerable, manejable. Pero ahora la división amenaza con convertirse en un factor de riesgo, de inestabilidad. La Ley General de Educación, ya aprobada por el Congreso y que pasará al Senado, es una pieza de este escenario. Pero el mejor ejemplo que tenemos es el de la piloto que bromeó con lanzar una bomba sobre el zócalo en el festejo patrio.
La chica, con regaño presidencial, fue suspendida por la línea aérea Interjet. De inmediato hubo unas 400 cancelaciones de pasajeros que apoyaban a la piloto. Antes que la cifra fuera en aumento, los ejecutivos decidieron rápidamente reinstalar a la empleada casi despedida.
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Obviamente el negocio es primero.
Así, Miguel Alemán Magnani, dueño de Interjet, hijo de Miguel Alemán Velasco y nieto del ex presidente Miguel Alemán Valdés, decidió cortar por lo sano para proteger al negocio que nada sabe de chairos y fifís. El cachorro de la revolución al menos se ganó un carajo presidencial, o una guácala.
El punto aquí es que esa división de la población mexicana va en un peligroso aumento.
Y por salud nacional deben bajarle dos o tres rayitas.
No es competencia por votos a futuro.
Es reflexionar sobre la violencia, que tanto daño causa al país.
Porque en un descuido los mexicanos ya no se mentarán la madre. Se agarrarán a balazos… o bombazos reales, como la broma de la piloto que refleja esta división peligrosa.
Los gobernadores, otra muestra
Sí, esos gobernadores que amenazan con abandonar el pacto federal por una inequitativa repartición de recursos.
Los primeros mandatarios que presionan al poder central son los de Chihuahua, Javier Corral; José Rosas Aispuro, de Durango, y Diego Sinhue, de Guanajuato.
Que los tres gobernadores sean de extracción panista no es ninguna novedad. El PAN ya anunció que busca formar un gran bloque opositor para frenar al actual partido en el poder nacional.
Esto ya es una división que huele a guerra.
Y si a estos tres se le suman más gobernadores ofendidos por los recortes presupuestales ya anunciados por la federación, estaría en peligro de romperse el pacto fiscal federal, actualizado allá por 1978.
Claro, esto es una medida de presión de los gobernadores. Para los especialistas es casi imposible de romper el Pacto Federal.
Pero podría obligar al presidente López Obrador a darle una revisadita al Pacto Federal para apaciguar a los gobernadores que claman por recuperar la equidad con una equitativa distribución de ingresos fiscales.
Esto no es nada nuevo.
Allá por los años 70, con el asesinato del líder empresarial neolonés Eugenio Garza Sada, los empresarios regiomontanos amenazaron con romper con la federación. Desde entonces son los consentidos de la federación. Por ricos y también por bravos.
Hace algunos meses escribimos al respecto, con el encabezado México Norte. A continuación reproducimos esa columna:
Desde hace tiempo se encuentra en el imaginario norteño la posibilidad de partir en dos el país para convertir el nuevo estado: México Norte.
Y resulta que con su estilo de gobernar Andrés Manuel López Obrador alimenta este sueño de muchos mexicanos.
Sí, es una realidad, AMLO apoya al sur en su gobierno.
¿Y el norte?
Hasta ahora nada se ha visto.
Incluso a Sonora le cortó varios proyectos.
De los diputados federales por Sonora, como la Camelia, nunca más se supo nada.
Lógico, se deben a su partido, Morena.
Pero, caray, no se vean tan entregados.
Sonora para los sonorenses.
El sur que lo defiendan los legisladores sureños.
De seguir esta tendencia, aumentará la posibilidad de romper el pacto federal y propiciar el parto de México Norte.
Ya hay un antecedente.
Debemos recordar la década de los 70 cuando la guerrilla de la Liga Comunista 23 de Septiembre mató al empresario regiomontano Eugenio Garza Sada, lo cual provocó una rebelión del empresariado de Nuevo León, muy fuerte entonces y ahora, incluso para amenazar con romper el pacto federal.
Entonces, al gobierno federal le temblaron las piernitas.
Hoy podría suceder lo mismo con El Bronco y sus amigos empresarios
¿Y qué tal si los regios llaman a todo el norte a separarse del México suriano de López Obrador?