Una de las fantasía sexuales más recurrente está estrechamente vinculada al trabajo. Ya sea con compañeros, compañeras o el lugar físico diversos estudios han demostrado que tener este tipo de ideas es mucho más frecuente de lo que se cree.
Según una investigación llevada a cabo por Sleep Zoo, empresa estadounidense de productos relacionados con el sueño, el 60% de las 2 mil personas que encuestaron había tenido relaciones sexuales con un compañero de trabajo alguna vez.
Además en otro estudio llevado a cabo por el medio estadounidense Business Insider, en el cual interpelaron a 2 mil 500 personas, el 54% confesó haber tenido sexo con un compañero de trabajo. Como si esto fuese poco, solo 1 de cada 10 personas manifestó arrepentirse de haberlo hecho y el 84% fantaseó en algún momento con tener sexo con un compañero.
La explicación de por qué sucede esto se explica en un estudio publicado en Journal of Social and Personal Relationship. En dicha investigación se detalla que se necesitan al rededor de 200 horas para conectar con otra persona y que compartir hasta 9 horas diarias con otras personas funciona como de caldo de cultivo para que tener sexo aflore como una idea no tan descabellada. Por su parte David Brudö, experto en relaciones sexuales, así lo explica: “La mayoría de adultos está un mínimo de 1.680 horas al año en la oficina, por lo que es probable que pasen más tiempo con sus compañeros de trabajo que con casi cualquier otra persona. Es probable que tengan intereses comunes. Y es fácil comenzar a compartir información personal y compadecerse de los pormenores del trabajo, tal vez durante el almuerzo o tomando algo después del trabajo”. Además según Gregory Jantz, experto en salud mental, “La intensidad creada en una relación laboral puede reflejar cómo será esa persona en la cama. Esto genera mensajes confusos. La mente puede incluso no reconocer esta conexión pero de pronto uno se ve considerando a un compañero como un objetivo sexual”.
Además tener sexo con un compañero de trabajo no necesariamente puede representar un problema para la empresa a la que ambos trabajadores pertenecen. Según un estudio de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, puede representar un aliciente para los involucrados. “ir a trabajar se convierte en un placer y motiva a trabajar más y más duro”. April Msini, asesora en relaciones, explica que “un poco de coqueteo o intriga en la oficina puede mantener a las personas interesadas en el trabajo, y eso es bueno”, detalla la asesora de relaciones April Masini.
