Lejos quedó el “Rosario, no te preocupes”.
Era abril de 2013, hace más de seis años, un sexenio. Se trataba del arranque de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, un evento público en Chiapas.
El entonces presidente Enrique Peña Nieto mandó un mensaje a su titular de Sedesol y de paso a la oposición que denunciaba el uso de programas sociales en supuestos desvíos con fines electorales, específicamente en Veracruz.
“Rosario, no te preocupes, hay que aguantar porque han empezado las críticas, han empezado las descalificaciones de aquellos a quienes ocupa y preocupa la política y las elecciones, pero nosotros en este gobierno tenemos un objetivo claro, una tarea comprometida con los mexicanos, que es acabar con el hambre”.
Ayer lunes, nos enteramos de que la nueva Fiscalía General de la República va contra Robles. Quiere imputarle el delito de ejercicio indebido del servicio público, relacionado con La Estafa Maestra.
Hoy martes, la ex funcionaria pública difunde declaraciones donde acusa que la Fiscalía violó sus derechos y el debido proceso al filtrar la información de la causa.
¿Habrá llegado el momento de que Rosario empiece a preocuparse?
