Tradicionalmente el área de propaganda de la Universidad de Sonora contrata diferentes espacios en medios de comunicación, pequeños, medianos y grandes. Mucho dinero ha canalizado en favor de su imagen. Pero hoy, inmersa en una lucha con el ISSSTESON, ¿quién defiende a la otrora máxima casa de estudios?
Que sepamos, nadie.
Pero mejor lo dejamos en casi nadie.
¿Y sus clientes de prensa cómo respondieron a los favores de contratación de espacios, muchas veces por amiguismo o compadrazgos?
Con apatía, desinterés.
Como si no les pagaran.
Igual que los famosos químicos, que ejercen un dominio absoluto sobre la desprestigiada institución, la jefatura de prensa de la Universidad de Sonora sigue controlada por el mismo grupo.
Cuando inicia la movilización del STAUS el jefe de prensa de la UNISON, Felipe Medina, se encontraba por el sureste del país en un encuentro de no sé qué, que difundió por Face.
Así cómo, pues.
¿Qué no le avisaron los maestros que preparaban un ataque frontal contra el gobierno estatal?
Parece que no.
Pero no desesperen, el pleito apenas inicia.
Los espartanos de la UNISON saben muy bien que cuando hay resistencias hay un método infalible: Racionar la entrega de recursos.
Y sin dinero, la UNISON no sabe vivir.
Están muy acostumbrados al derroche, a la vida de lujos, a los grandes sueldos de la élite universitaria.
Ya deben comportarse como auténticos chairos.
El desaire de David Anaya
Los que conocen a Karina Lagarda saben bien que no es precisamente un ejemplo de inteligencia.
O sabiduría política.
Es una mujer muy limitada en todos los aspectos, que logró destacar en la comunicación del PRI gracias a su padrino Alfonso Elías, El Vaquero.
Esa relación la llevó a ser regidora en el Ayuntamiento de Hermosillo.
Lejos, muy lejos, los recuerdos de cuando cubría la fuente policiaca en el periódico El Sonorense.
Que por cierto fue una fuente en la que poco duró.
Chica ingenua en ese tiempo.
Hoy lo sigue siendo.
La más reciente travesura es que bloqueó a Sonora Presente en el manejo de tuits de la dependencia para la que supuestamente trabaja, la Secretaría de Seguridad Pública.
Una medida casi ilegal, en una dependencia que debe luchar por la legalidad.
Karina debe saber que representa la imagen de su jefe, David Anaya, un gran aficionado a tuitear todo lo que considera importante, como cada acción de la gobernadora.
SSP no ofende.
Es David Anaya el que ofende, vía Karina Lagarda.
Ambos deben saber que están para combatir la delincuencia y, sobre todo, la violencia.
Ya bájenle a su estrategia tuitera.
Y ofrezcan resultados.
Como está acción tuvo un efecto mortal, afectó los nervios, las ganas de comer y beber. Hasta la capacidad de responder.
Saludos, señoras y señores de la seguridad y legalidad.