Los primeros datos de enero generaron una bocanada de aire fresco para Carlos Urzúa: la actividad económica empezó a mostrar una leve recuperación después de la preocupante desaceleración de diciembre. Pero el repunte todavía no resuelve los problemas de corto plazo para la 4T.
La recaudación de enero, por ejemplo, mostró un magro resultado frente a lo que se había planificado en el Presupuesto. En rigor, faltaron 7,065.8 millones de pesos para cumplir con la meta. Es decir, hubo un faltante de 2.2%.
El comportamiento de los diferentes impuestos es muy elocuente, y arroja datos interesantes. La menor recaudación del IVA y del ISR -que mostraron caídas de 6.8% y 2.1% frente a los programado en el Presupuesto- no pudieron ser compensadas por la favorable recaudación del IEPS, particularmente el de combustibles.
Pese a haber demorado la nueva política de incentivos para bajar los aumentos de combustibles que se dieron en enero, la Secretaría de Hacienda no logró nivelar los números rojos que dejaron IVA e ISR. Los expertos aseguran que esa retracción se explica por la desacelerada actividad económica.
Frente a ese escenario, los mercados recogieron el mensaje de Alfonso Romo ante la American Chamber of Commerce. El Jefe de la Oficina reconoció que en las últimas dos semanas se empezó a informa a los Secretarios de una nueva ronda de ajustes.
Varias fuentes del Gabinete explicaron a LPO que uno de los pedidos reiterados es la de recortar al máximo el personal, sobre todo los contratados bajo el Ramo 1000 de Servicios Personales, el modo de evitar todo tipo de conflictos con los trabajadores de base.
“El problema es que los trabajadores de base son intocables pero no hacen nada. La mayoría no sabe ni redactar un oficio. Van a paralizar el Gobierno, porque no van a quedar recursos humanos para poder ejercer y avanzar en los proyectos importantes, como la refinería, Santa Lucía o el Tren Maya”, se quejó un funcionario ante LPO.
Esta versión fue ratificada este mediodía por el propio Alfonso Romo. “Crean en el Presidente. Pasaremos de austeridad republicana a pobreza franciscana. Nos han pedido más recortes. El problema es que yo veo a las Secretarías agobiadas, por eso las defiendo. Les quitaron gran parte de sus recursos y de su personal”.
Romo dijo que no quieren “paralizar al gobierno”, pero que la determinación para no incurrir en déficit fiscal es prioritaria. Recordó entonces que en enero hubo superávit fiscal. Y en efecto, lo hubo. El problema es que la 4T todavía no empieza a ejercer gran parte de su gastos sociales y de infraestructura.