Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, afirmó este martes que la baja de la perspectiva de calificación a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por parte de S&P es “un castigo” para México por la aplicación de la política neoliberal.

“Lo que considero es que se está castigando al país por la política neoliberal que se aplicó en los últimos 36 años, que fue un rotundo fracaso, sobre todo en los últimos años y, para ser más preciso, en el año pasado, cuando no teníamos nada que ver con el Gobierno”, comentó en su conferencia de prensa matutina.

La calificadora S&P redujo el lunes la perspectiva de calificación de Pemex y de la CFE desde estable a negativa.

La firma aplicó el mismo criterio para 77 instituciones financieras en México, entre las que se encuentran dos empresas de infraestructura carretera, tres empresas privadas de consumo y 7 aseguradoras.

La decisión de S&P se da después de que la semana pasada, la calificadora bajó la perspectiva de la calificación de México de estable a negativa, citando menores previsiones de crecimiento económico.

López Obrador señaló que su Gobierno está lidiando con las consecuencias de la administración anterior

“Nos toca pagar los platos rotos, para que esto también quede claro”, puntualizó.

Aseguró que, debido a la aplicación de la política neoliberal, tanto Pemex y la CFE fueron “las empresas más saqueadas, no solo de México, sino del mundo en el período neoliberal” y remarcó su crítica a las calificadoras, al señalar que permanecieron “calladas” durante este lapso.

“Lo único que puedo reprochar, de manera fraternal, a las calificadoras es es que durante todo ese tiempo que imperó la corrupción permanecieron callados. Calificaban con 10, con excelencia”, señaló.