México vive una de las tragedias humnitarias más graves de occidente, según reconoció este lunes el propio gobierno de López Obrador. El subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, fue el encargado de presentar un preciso estado de situación que reveló lo que era un secreto a voces, pero se acalló durante los gobierno que lo precedieron: “México es una enorme fosa clandestina”, fue el terrible diagnóstico del funcionario, quien detalló que confirmaron “unas 40 mil personas desaparecidas, más de mil cien fosas clandestinas y 26 mil cadáveres sin identificar en los institutos forenses”.

Al presentar el informe durante la habitual conferencia de prensa matutina que brinda en el Palacio Nacional, el propio López Obrador brindó su análisis de porqué México vive esta escalada de violencia, sólo comparable a una guerra. Afirmó que esto fue producto de la decisión de los gobiernos anteriores de declararle la “guerra” al narco, mientras implementaban una política económica neoliberal. “Esto es el resultado de una política fracasada, inhumana, corrupta y de saqueo. Nunca se había ahondado tanto la desigualdad en México como en el periodo neoliberal”, afirmó el Presidente, que ya la semana pasada había anunciado que se terminó la guerra al narco y la captura de capos.

El secretario de Derechos Humanos reveló además  reiteró que en la anterior administración se “simuló” la intención de lidiar con la crisis humanitaria en la que se encuentra el país. Explicó que de los poco más de 468 millones que se habían presupuestado para trabajar en la localización de los desaparecidos y la contención de sus familias, apenas se ejecutaron seis millones. “Es decir, ese presupuesto sólo estuvo en el papel”, acusó.

Encimas dijo que si se sancionaron buenas leyes para enfrentar esta tragedia, pero lamentablemente su ejecución fue prácticamente nula. Y puso como ejemplo que sólo 8 estados sobre un total de los 32 que integran México, conformaron las Comisiones de Búsqueda que exige la ley.

Anunció por eso la creación del Sistema Nacional de Búsqueda y anunció que en una semana se nombrará a la persona a cargo de la titánica tarea de empezar la búsqueda de los desaparecidos y la identificación de los cuerpos. Para ello se creará el Instituto Nacional de Identificación Forense y se dará prioridad a la búsqueda en vida a víctimas de trata. Y habrá atención especial a migrantes que de acuerdo a los datos expuestos, se estima son entre el 8 y 10 por ciento de las personas desaparecidas.

En ese esfuerzo también participará el prestigioso equipo de Antropología Forense de la Argentina, que trabajó en la identificación de los miles desaparecidos de la dictadura militar de ese país.

La iniciativa es una de las acciones a las que más atención dedicó la secretaria de Gobierno, Olga Sánchez de Cordero, y se complementa con la idea fuerza de AMLO de que es necesario “pacificar” México, un giro de 180 grados, respecto a las estrategias militaristas que comenzaron con la declaración de la “guerra al narco” que hizo en su momento el presdiente Felipe Calderón y siguió Enrique Peña Nieto.

“Nunca mas una guerra para combatir delitos que nos lleven a esta situación de tragedia nacional y violación de los derechos humanos a la que nos han llevado”, concluyó Encinas.