La ex velocista Ana Gabriela Guevara imprime velocidad a su carrera que tiene como meta alcanzar la candidatura a gobernadora por su partido, el PT. Sí, es temprano para correr en esa dirección, pero es tiempo justo para trabajar estrategias.
Esa eventual candidatura tendría como principal beneficiado al PRI y perjudicaría, obviamente, a Morena, la fuerza política que arrasó en las pasadas elecciones en Sonora.
De hecho la Guevara, que tuvo o tiene una cercana relación con el actual presidente de México, mantiene una fuerte presencia entre simpatizantes y militantes de Morena, el partido que aquí creció gracias a su líder real, Andrés Manuel López Obrador. Pero en los próximos comicios el presidente ya no aparecerá en las boletas. Ni hará campaña.
En ese sentido, los priistas que promueven la candidatura de la ex atleta, hoy titular de la Comisión Nacional del Deporte, saben lo que hacen. Y no sería raro pensar que Ana Gabriela fuera candidata del PRI, PT y alguna otra fuerza política.
Habría que recordar que como senadora, la Guevara llamó a votar por la entonces candidata a gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich
Pavlovich y Guevara se desempeñaron como senadoras al mismo tiempo en la Cámara Alta hasta que la priísta se separó de su escaño para competir por la gubernatura de Sonora.
En un spot de esa época, con un fondo de color blanco, Ana Gabriela Guevara aparece a cuadro vestida con blusa roja y pantalón negro, con el cabello suelto. Y decía, en su mensaje:
“He pensado mucho por quién votar en las próximas elecciones, porque los sonorenses merecemos algo mejor”.
Luego, remató: “Y hoy lo mejor es que los del PAN se vayan…”
La ex atleta es un producto fácil de vender.
Pero lo que se percibe hasta el momento es que la estrategia es dividir el voto, para reducir los espacios de Morena y su próximo candidato a gobernador, quizá el de Bavispe, Alfonso Durazo Montaño.
En el PRI el candidato o candidata resultará de las negociaciones que la gobernadora Claudia Pavlovich hará con su partido, el PRI, seguramente con el relevo de la actual dirigente nacional, Claudia Ruiz Massieu.
Eso sí, la Claudia sonorense repartirá las cartas en su propia sucesión.
Esto significaría que impulsará pero también vetará.
El CEN del PRI finalmente aceptaría la propuesta de la gobernadora sonorense.
Quizá la propia gobernadora tenga algo que ver en esa estrategia de impulsar la candidatura de Ana Gabriela Guevara.
Sea de quién sea ese movimiento, es inteligente y fundamental para las aspiraciones electorales del PRI.
Un PRI que posiblemente se esté reconstruyendo, pero del que nada se sabe hasta el momento.
Pareciera que está invernando, como un oso cansado.
Pero en cualquier momento dará señales de vida.
Y está obligado a hacerlo, simplemente para que sus querientes y malquerientes sepan que está vivo y que prepara su vuelo a las alturas, como un pato fortalecido.
Bueno, a veces los patos le tiran a las escopetas.
Nada de qué asustarse.
Lo que deben tener presentes los estrategas priistas es que enero ya casi termina.
Y en febrero deben mostrar trabajo.
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