Claudia Pavlovich tomó un pequeño receso de sus acostumbradas obligaciones como gobernadora para representar a Sonora como la dirigente del PRI. En esa reunión le comunicaron que en el proceso de renovación de la dirigencia nacional el presidente Peña Nieto nada influirá, o sea que todo estará cargo de los factores de poder ajenos a los Pinos.
La reunión fue en el Estado de México, donde Alfredo del Mazo, un conocido de Claudia que, incluso, fue factor determinante para obtener su candidatura como gobernadora, fue el anfitrión.
Allí, el viernes, estaban todos los gobernadores del PRI. Dicen que se tocó el tema de los superdelegados de AMLO. Pero algo que les hizo levantar las cejas a los gobernadores y la gobernadora fue que Peña Nieto advirtió que no se va a inmiscuir en el proceso de revisión interna del PRI.
Bueno está muy claro, Claudia tiene su enfoque en Sonora. Ella no quiere a su dirigente en Sonora, Gilberto Gutiérrrez, a quien le retiró toda capacidad de maniobra en las pasadas elecciones. El Chanate está a la espera de la aprobación de su marca de cerveza artesanal para instalar su fábrica, quizá en Ciudad Obregón.
Esa sería su jugada política.
Nada que alborote a la gente del gabinete de doña Claudia.
Pero que provocaría algunas levantadas de ceja al estilo de María Félix.
Total, qué es tantito.