El juez Décimo Cuarto de Distrito de Amparo en materia Penal ordenó que el fallo por el que el ex mandatario fue liberado del lavado de 8.8 millones de dólares pero que confirmó su auto de formal prisión por defraudación fiscal quedara sin efectos y ordenó dictar una nueva resolución.
El juez de amparo consideró que el fallo del 13 de diciembre, dictado por el Juez Décimo Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales, tiene defectos y no cumplió a cabalidad el amparo concedido al ex gobernador.
Según el expediente de amparo 1083/2016 el término para que el juez Décimo Segundo dicte una nueva resolución vence el próximo viernes nueve de febrero.
En su nueva determinación el juez deberá identificar si la querella por defraudación fiscal forma parte de la averiguación previa consignada por la Procuraduría General de la República.
También deberá señalar si Hacienda requirió con anterioridad a Padrés para comprobar el recurso lícito de sus ingresos o si le dio oportunidad de hacerlo en algún momento previo a la presentación de la querella por defraudación fiscal.
Inicialmente el juez de amparo concedió tres días, sin embargo, informó que los trámites a realizar le exigen un término mayor por lo que amplió el plazo a cinco días.
Esto, a pesar de que la defensa del ex mandatario se opuso.
Si el juez penal decide invalidar las acusaciones por lavado de dinero y defraudación fiscal, el ex mandatario sólo tendría pendiente el proceso de lavado de dinero que se sigue en su contra en el Estado de México.