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Lo más reciente en ese campo de batalla llamado Congreso del Estado es que los diputados morenistas van contra el ISAF y su titular, Ramón Moya Grijalva, al que consideran escudo protector y maquillista del gobierno en turno.
Los inicios de Moya en la esfera gubernamental se remontan al sexenio de Rodolfo Félix Valdés, cuando fue uno de los hombres de confianza del funcionario más poderoso en ese tiempo, Humberto Valdés Ruy Sánchez.
Después se puso al servicio de Carlos Millán, en el gobierno de Manlio Fabio Beltrones. Entonces salió inhabilitado por malos manejos y no pasó las auditorías.
Y ahora, como titular del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, es el sheriff, el alguacil de las cuentas públicas.
También a su paso por el Congreso como administrador estuvo siempre al lado de las mayorías. Primero con los priistas y Roberto Ruibal, donde hizo y deshizo, pero también enseñó al grupo mayoritario a mover el abanico con las tranzas. Luego vinieron los panistas y con ellos también se alió. Y enseñó lo mismo que a los priistas.
Uno de sus principales aliados fue Samuel Moreno y su grupito afín a Guillermo Padrés. Se dice que salieron con las alforjas llenas y nada pasó. Siempre aprobaban las cuentas públicas y presupuestos. A su favor siempre estaban el ISAF y Contraloría.
Ahora en el ISAF Ramón Moya trabaja para el gobierno en turno. Esto lo saben los morenistas, vía los asesores que saben de los manejos que se hacen en ese instituto, los administrativos del Congreso, los del ITIES, en Contraloría, etc., etc., etc.
Todos a favor del gobierno.
Pero ahora parece que morenistas y panistas unirán fuerzas para ir por la cabeza de Moya. Es el primer objetivo. Luego van contra los vicefiscales anticorrupción y de delitos electorales, así como contra el ITIES y sus titulares, Andrés Miranda y Francisco Cuevas, ex secretarios particulares de Ricardo Mazón.
Pero sobre todo contra los magistrados anticorrupción del Tribunal de Justicia Administrativa y el ex secretario particular de Samuel Moreno, Ricardo García Sánchez.
Que a propósito todos esos organismos piensan mudar sus oficinas al edificio de la Torre M, en bulevar Colosio y Solidaridad.
Bueno, vamos a ver si los diputados morenistas tienen la fuerza e inteligencia necesarias para negociar estos cambios.
