A las 23:30 horas del martes, Elba Esther recibió la notificación de la resolución del primer Tribunal Unitario de que era puesta en libertad, al ser absuelta de los delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero, noticia que generó fuertes suspicacias ante la proximidad de la fecha en que Andrés Manuel López Obrador recibirá su constancia como Presidente electo.
La noticia fue difundida a los medios de comunicación por la madrugada de este miércoles, tiempo en que la exlíder magisterial aprovechó para dejar el departamento en Polanco en donde se encontraba en arresto domiciliario. Su abogado Marco Antonio del Toro comunicó que estará disponible para la prensa hasta el próximo 20 de agosto, un encuentro que será para alquilar balcones.
“Debido a la muy larga situación de asilamiento a la que me he vistos sometida me es necesario un plazo para asimilar privadamente las evidentes emociones que se derivan de un hecho tan importante en lo personal, por lo anterior he decidido no tener contacto con ningún medio internacional o extranjero pues considero que esta etapa que me ubica en una nueva circunstancia debe ser adecuada y suficientemente recibida y vivida en familia”, leyó su abogado.
La maestra fue encarcelada en febrero de 2013, un arresto que duró prácticamente toda la administración de Enrique Peña Nieto, a quien su defensa acusó constantemente de tratarse de una venganza política. Sin embargo, su fuerza política tomó relevancia hacia las elecciones intermedias, en donde se disputó la gubernatura del Estado de México. Ahí, se desataron los rumores sobre su injerencia en el apoyo a la morenista Delfina Gómez, como una primer apuesta de acercamiento a Andres Manuel López Obrador, que terminó siendo acertada.
LPO reveló también las acciones que la maestra ya preparaba desde su departamento: un plan para recuperar el SNTE y en el que sondeó a personajes como Sanjuana Cerda para tomar las riendas del sindicato y a la vez, una embestida contra Luis Castro y Juan Díaz de la Torre.
Para la justicia capitalina, la cancelación del proceso se sostiene al considerar que las pruebas acumuladas en el juicio no acreditan su responsabilidad. Ahí coincidió la futura secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien afirmó que cuando estaba como magistrada y pudo revisar el caso, ya consideraba que el caso no era sólido.
“Detecté varias situaciones en las que era endeble”, señaló la próxima funcionara en entrevista con Radio Fórmula. Aunque al mismo tiempo aseguró que en los tribunales “no existen tiempos políticos”, al ser cuestionada sobre la coincidencia de las fechas. Y es que este miércoles, López Obrador recibe constancia por parte del tribunal electoral, una ceremonia perfilada para las 13:00 horas.
Desde el PRD también hubo reacciones. Ángel Ávila acusó que esta liberación se trata de un pacto entre Andrés Manuel López Obrador y el Gobierno Federal. “Hay un pacto de la maestra para ayudar a llegar a Andrés Manuel a la Presidencia”, dijo en entrevista radiofónica, recordando la promesa de amnistía del morenista.
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