El gobierno estatal ya autorizó la venta de los estadios de beisbol Héctor Espino y Tomás Oroz Gaytán, para abonar el adeudo que tiene con el ISSSTESON, que suma unos tres mil millones de pesos.
La intención es sana, tanta como mantener con vida a un enfermo grave, pero da la casualidad que son unos tres mil millones de pesos los que el gobierno de Guillermo Padrés quedó debiendo al Instituto.
¿Y la reparación del daño?
Los cientos o miles de millones de pesos presuntamente sustraídos de las arcas ilegalmente, hasta el momento no aparecen por ningún lado.
Una pizca, o cantidad insignificante, es lo que han recuperado las autoridades hasta el momento.
Y la responsable de la operación del ISSSTESON en la anterior película, Tere Lizárraga, sigue con fuero, pero ya se le terminará en septiembre. Esperemos que el PAN deje que la funcionaria comparezca por los presuntos delitos o irregularidades que se le imputan durante su gestión como directora del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora.
De alguna parte deben salir esos tres mil millones de pesos que tienen en agonía al ISSSTESON desde el anterior gobierno.
Y los ex funcionarios deben responder por sus actos, como la aún diputada federal Teresa Lizárraga, así como las personas que operaron los desvíos de recursos que debieron canalizar al ISSSTESON, cuyo Fondo de Pensiones y Jubilaciones quedó insolvente, a pesar de que en la bolsa están aportaciones de los mismos trabajadores.
Por lo ponto esperaremos que la desincorporación de los bienes, o sea esos estadios de beisbol y algunos terrenos, se acompañe de una noticia: Que van adelantadas acciones judiciales para asegurar la reparación del daño.
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