Sus voceros han metido en no pocos problemas a la gobernadora Claudia Pavlovich. El caso más reciente ofende hasta el más machista de los sonorenses. Es la discriminación sexual en su más claro ejemplo. Sucedió en la coordinación de Comunicación Social del Gobierno de Sonora: Un empleado varón (no merece el calificativo de hombre) golpeó con sus puños a una mujer.
Esta agresión se registró en el área cuya titular es una mujer y donde uno de los brazos operativos es mujer. A escasos metros de la principal oficina de Palacio de Gobierno, donde manda otra mujer.
Seguramente el golpeador no midió el alcance de su acción. Y los problemas en que metió a su jefa, la gobernadora, la más perjudicada, porque desde que asumió el poder, Claudia siempre se ha manifestado a favor de las mujeres. Ella ha dejado bien claro que si se meten con una, se meten con todas.
¿Y ahora defenderá a una de sus empleadas, víctima del sexismo?
Pero hay otra interrogante: ¿Enteraron a la gobernadora de esta vil agresión?
Por lo pronto, Lorena, la dama agredida, demandó por la vía legal a su golpeador y al parecer a uno de sus jefes.
¿Acaso estamos ante un caso de acoso sexual que derivó en agresión?
Nada nuevo. En Comunicación Social, durante gobiernos priistas y panista, ha habido casos de acoso sexual. Y los seguirá habiendo.
Sus comunicadores vuelven a meter en problemas a Claudia.
Una vez más.
Dicen que alguna vez Cladia expresó, con gesto de cierta impotencia: Ya no sé qué hacer con ellos
Simple: Cambiélos.
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