Los Pinos atraviesa semanas de máxima tensión con muchos de sus aliados clave para la elección presidencial. Ya se habló mucho del presunto doble juego de Miguel Ángel Osorio Chong, a través de la alianza del PES con Morena. También del malestar de gran parte de la “Vieja Guardia” del PRI, con un consecuente “mimo” de Morena a Manlio Fabio Beltrones.
Ahora, otra figura central para un buen desempeño de las estructuras oficialistas en las entidades amenaza con una ruptura. Se trata de Manuel Velasco, el gobernador de Chiapas, que opera una renuncia masiva de la militancia del Verde en una suerte de rebelión por la candidatura del priista Roberto Albores.
En las últimas horas, se anunció ya la renuncia de casi toda la plantilla de diputados locales del Partido Verde en Chiapas, en un primer acto de protesta. Ayer, 14 de los 16 legisladores se declararon legisladores “independientes”.
Pero hay más: extraoficialmente se amenaza ahora con la renuncia de 56 alcaldes del Verde, incluyendo la renuncia de Ramírez Aguilar, un personaje crucial en el trama que hoy explota en la entidad chiapaneca.
LPO ya había adelantado este malestar desde hace meses, cuando Eduardo Ramírez Aguilar, dirigente estatal lanzó una bomba: “Chiapas siempre ha sido un estado muy plural. Hay diferentes opciones. Está Morena, no sólo está el PRI. Morena viene con un crecimiento importante y pude verse también una opción en una coalición”. Un mensaje frontal hacia la dirigencia nacional y un contragolpe del gobernador de Chiapas.
Pero, ¿por qué esta amenaza? El “Güero” Velasco entendió tiempo atrás que el destape de Carlos Puente como candidato presidencial era una presión de la dirigencia nacional del Verde a Los Pinos, una forma de agilizar las negociaciones para cerrar una alianza. Claro, esas pláticas quedarían centralizada con la dirigencia nacional del PVEM, con el evidente riesgo de perder el control de la sucesión en Chiapas.
El PRI siempre quiso que el sucesor de Velasco sea el senador Roberto Albores, un personaje que no es del círculo de confianza del gobernador. El mandatario chiapaneco apostó a un doble juego: intentar que el candidato oficialista sea Eduardo Ramírez, mientras operaba en Morena para meter a Rutilio Escandón o lograr el pase de Luis Melgar.
Velasco logró la primera opción: Rutilio Escandón, Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Chiapas, será el candidato local por Morena, un hombre muy cercano a Velasco. Acaso esa operación haya sellado la imposición de Albores.
“Fue hecha a espaldas de la base militante del Verde Ecologista, sin tomar en cuenta el voto y la decisión de la primera fuerza política del estado de Chiapas”, sentenció la diputada Dulce María Rodríguez Ovando, una de las que renunció ayer.
“La renuncia fue tomada en consenso, sin presión alguna y en pleno respeto a la militancia, a las comunidades indígenas y a todos los sectores que los favorecieron con su voto”, dijo, por su parte, la diputada Cecilia López Sánchez.
Por su parte, el Partido Verde Ecologista de México emitió un comunicado de prensa en el que asegura que “es natural que la efervescencia electoral genere inquietudes”, pero dentro del partido se siguen fortaleciendo las bases.
El Güero Velasco amenaza a Los Pinos con una rebelión del Verde en Chiapas
