La Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE) pidió como condición mínima para participar en el programa de descentralización del futuro presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, que el político les ponga casa a los trabajadores que estarían migrando a otras entidades.
“Esperamos que en caso de proceder con el programa que nos ocupa (descentralización), se establezcan como condiciones mínimas elementales el que los trabajadores involucrados reciban viviendas dignas, construidas con calidad”, suscribe la circular 041/2018 girada por la FSTSE este martes 17 de julio.
En la circular firmada por el presidente de la Federación, Joel Ayala, y dirigida a los secretarios generales de los diferentes sindicatos de las dependencias y a los trabajadores en general, también se pide para los burócratas movilizados que les sean proporcionados educación, servicios médicos de calidad y áreas de esparcimiento.
La FSTSE también puntualiza que como parte de la descentralización de las diversas dependencias del gobierno federal, se deben “respetar íntegramente los derechos de los trabajadores de base sindicalizados, así como la afirmación categórica de la seguridad en el empleo sin recorte alguno”.
La Federación apunta en la circular que estará atenta en caso de operarse la descentralización, “la cual consideramos que deberá llevarse a cabo de manera paulatina, gradual, haciendo nuestra la base del razonamiento del candidato triunfador coincidente con el pensamiento juarista: nada con la fuerza, todo con el derecho y la razón”.
La FSTSE dijo a sus trabajadores que una vez emitida la declaratoria de presidente electo por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se sentarán con López Obrador para revisar la problemática en mesas de análisis bipartitas.
De acuerdo con el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA), hay 153 registros de sindicatos de dependencias de gobierno, de los cuales, la FSTSE agrupa a 86 sindicatos que representan a igual número de dependencias públicas y alrededor de un millón 200 mil trabajadores según la propia central obrera.
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