En la reunión de gabinete de este lunes en Los Pinos, Enrique Peña Nieto se expresó de modo tal que despejó cualquier tipo de duda: “Estamos terceros en la elección, pero todavía la campaña no comenzó”. El mandatario dio por terminada así la discusión interna sobre si José Antonio Meade está tercero o segundo, o si está empatado con Ricardo Anaya. Para el presidente el tercer lugar es evidente.
Del mensaje de ayer a sus funcionarios se desprenden algunos elementos. Ya no habrá cambios en el gabinete. El equipo actual es el que debe seguir hasta el cierre de la administración, lo cual coincide con los nombres que se manejan para las posiciones pluri del Senado.
Peña quiere cerrar el sexenio mostrando logros. No quiere a los secretarios embarcados en acciones de campaña. O sea, una idea diferente a la del año pasado en el Estado de México, cuando funcionarios como Rosario Robles, Luis Videgaray o Enrique Miranda se involucraron en la que definitivamente fue una elección de Estado.
La fijación sobre las reformas estructurales viene a confirmar que el tema de la campaña será esencialmente la economía, por encima de la seguridad, la corrupción u otros issues.
El mandatario tiene clara la tercera posición, pero también señala que la campaña no ha comenzado, y todavía no existe en el imaginario del elector. Se sigue registrando un alto número de indecisos -anticipó-, y cree aún que Meade puede crecer más que Anaya, quien por ahora apuesta por una campaña blanda.
En Los Pinos estiman que esta vez la campaña de Meade tendrá un despliegue más profesional y que su tercer lugar se explica porque ha hecho sólo foco en fidelizar al votante del PRI. En febrero saldrá a buscar a los externos que puedan simpatizar con su programa.
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