Infierno en el War Room de Ebrard: arrancó el pase de facturas por los errores en la estrategia

Es un lugar común en la política: la victoria tiene cien padres y la derrota es huérfana. Como suele ocurrir, nadie quiere pagar el precio de los errores en las campañas. Por eso, en el búnker de Ebrard ya arrancaron los pases de facturas y los señalamientos por los traspiés en varios momentos del proceso.
El primer problema fue el armado del equipo. Ebrard no quería que ningún spin doctor -estrategas, consultores- sea de nacionalidad mexicana. Creía que podría generarle problemas en términos de rastreo en los pagos, y no quería exponerse. Le encargó a Daniel Sibaja, diputado por el Edomex, la búsqueda de un consultor internacional.
Como reveló LPO, al primero que sondearon fue a Sebastian Kraljevich, el estratega chileno que encabezó la exitosa campaña de Gabriel Boric. Pero el consultor rechazó la oferta y prefirió seguir en su papel de embajador chileno ante la OEA. Les recomendó, en cambio, que buscaran a su amigo y socio Ioni Abelson, un joven argentino con una experiencia menos robusta.
«Ahí perdimos mucho tiempo. AMLO nos cocinaba lento como a las ranas y nosotros no nos dábamos cuenta», se quejan algunos de los colaboradores de Marcelo, y apuntan así contra Sibaja. Abelson, en efecto, no logró convencer a Marcelo Ebrard sobre su capacidad para encabezar la estrategia, y el ex canciller terminó buscando a su histórico amigo Jaime Durán Barba, el ecuatoriano que llevó a la presidencia a Mauricio Macri y Guillermo Lasso.
Durán Barba suele decir en sus pláticas que gana 9 de cada 10 elecciones. «Y justo la nuestra es la que pierde», ironizan otros colaboradores del ebrardismo. El ecuatoriano recomendó hacer una campaña netamente «aire», y evitar cualquier disputa de estructuras, porque ese era el campo de juego favorable a Sheinbaum.

Esa estrategia presenta ahora otros dilemas: «Si Marcelo jamás disputó ni conversó sobre las estructuras, el territorio, y sólo se enfocó en las redes sociales, ¿qué tan creíble es que hable de balanza inclinada e inequidades recién ahora?».
Esa discusión es la que ahora reina en el búnker de Ebrard. Un sector -encabezado por Malú Micher- empujó al ex canciller a plantear un escenario de fraude. Por esa razón retiraron a todos sus representantes del escrutinio.
Pero la pelea es feroz. «Estuvo tan mal planteado ese plan, que mientras Malú denunciaba que no los habían dejado entrar, Durazo sacó un video desde el lugar y se lo ve a López Casarín -hombre nuestro- caminando por ahí».
El plan «fraude» parece desactivarse. Ahora las denuncias tendrán otro norte: volver a centrarse en las incidencias durante el proceso. Mientras tanto, en sus equipos se buscan los culpables. Un infierno que quizás sólo Dante Delgado pueda calmar con la expectativa de una candidatura por MC.